Imperio Y Poder

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Camila respiró hondo, estaba nerviosa y no tendría por qué estarlo, lo que la ponía de malas con ella misma, aún así contempló un poco más la vista antes de interrumpirla de aquella lectura que la mantenía absorta de la mirada de admiración de la ojimarron. Era preciosa, eso al menos podía admitirlo, solo un ciego no se daría cuenta, sus curvas eran más pronunciadas, su cabello largo y negro era brillantes, su piel de porcelana lucía perfecta y sus ojos, los más hermosos e hipnotizantes que nunca haya visto.

Era una maravilla, pero no era suya, y tenía que estarlo repitiendo constantemente en su cabeza.

Camino llamando la atención de la mujer, no pudo evitar mirar el hermoso y llamativo ramo de rosas rojas que estaba junto a ella. -"Son muy bonitas" Dijo Camila señalando con su cabeza el arreglo floral, Lauren lo miro y asíntio sin mucha emoción, a Leonel le estaba dando por comportarse como un esposo romántico, lo que para nada le gustaba a la ojiverde. -"No sabía que Leo tenía un lado cursi, a decir verdad Xime siempre se quejaba de eso cuando estaban juntos" Comento Camila haciendo referencia a la amiga y ex novia del Presidente. Lauren hizo un gesto de desagrado ante lo dicho por la mujer.

-"Y hablando de Ximena ¿Que fue de ella?" Cuestiono sabiendo que poco le importaba pero teniendo algo de curiosidad, la ojimarron sonrió de medio lado.

-"Está casada con un empresario regiomontano y tiene tres hijos" Informo la castaña recordando a los tres pequeños rubios que consideraba sus sobrinos y a quien no veía como quería pero de los cuales recibía constantemente fotografías.

-"Wow! No sé porque me no me sorprende... terminó con un final feliz y muy hetero, por un momento pensé que se arriesgaría y te declararía su amor por ti" Pronunció Lauren encogiéndose de hombros, Camila en cambio rio pensando que Lauren bromeaba pero al ver su seriedad nego inmediatamente.

-"No, por Dios! Xime y yo solo éramos mejores amigas, las mejores... Pero solo eso" Explico Camila en medio de una sonrisa nerviosa, Lauren también sonrió contagiada por Camila, aún así sabía lo que percibió cuando eran una universitarias.

-"Se cuando alguien se quiere meter con lo mío" Mencionó Lauren sorprendiendo a Camila quien se sonrojo para deleite de la Primera Dama.

Así que prefirió cambiar de tema. -" De hecho quería hablar contigo respecto a la decisión de que Fer no entre a Los Encinos" Murmuró la castaña aclarandosé la garganta, Lauren apretó la mandíbula ante la mención de la periodista.

-"No la quiero aquí, es mi última palabra" Dijo de tajo volviendo a tomar su libro, el cual había sido olvidado en cuanto Camila piso la sala de lectura que había sido adaptada para ella, también como un estudio de pintura.

-"Lauren entiendo que desconfíes de ella por su trabajo, pero ella es la persona más leal y honesta que hay, meto las manos al fuego por ella" Aseguro Camila, Lauren dejo de nuevo el libro de lado y se puso de pie, encarando a la ojimarron.

-"Me importa una mierda si es la persona más buena y pulcra del mundo, incluso me importa muchos menos si le pasa información a la prensa o si ella misma la pública, pero no la quiero aqui, punto" Pronunció Lauren con seguridad acercándose más a la ojimarron quien frunció el ceño ante la determinación y renuncia que proyectaba Lauren a partes iguales sobre el asunto de Fernanda.

-"Enserio que no entiendo entonces lo que te pasa con ella" Fue lo que hablo Camila poniendo sus manos en su cintura incrédula por la actitud de la mujer.

Lauren trago grueso y sin pensar hablo. -"Me pasa que me muero de celos, me pasa que no soporto que la toques y menos que te la cojas en mi propia casa" Mencionó sin reparo alguno, para estupor de Camila quien trago grueso sintiendose totalmente perpleja, podía esperar cualquier cosa menos esa declaración.