Leonel Emilio Duarte se sentía en un debate interno, la pregunta de Camila había sido contundente, no daba lugar a una respuesta vaga, era si o no. Y el sabía perfectamente la respuesta, pero esa respuesta implicaría responder a otra preguntas que desencadenarián a raíz de esta, y para ella no sabría cual sería la contestación más adecuada.
-"No me vas a responder ¿El matrimonio de ustedes es real, o simplemente es un negocio?" Repitió Camila la pregunta, demandando una respuesta, el rubio trago grueso, recordando las palabras de Ally.
"... si hay alguien que atraiga a nuestra Primera Dama dentro de esta casa, no eres tú"
Si quería tener a Lauren de su lado, Camila era una pieza muy importante.
-"Entre Lauren y yo no hay nada, simplemente fue un trato que le ofrecí cuando nos reencontramos en Nueva York" Contesto Leonel, diciendo en parte la verdad, era la respuesta que Camila quería escuchar más que nada y Leo se la acababa de dar.
-"¿Entonces tú y ella...?" Dejo la pregunta en el aire la ojimarron, ayer se había mudado de Los Encinos y había pasado la noche en la suite de un hotel, y hoy a primera hora había ido a Palacio Nacional a hablar con su mejor amigo.
-"Nada de nada, ni siquiera puedo decir que hay una amistad, se a quebrado mucho nuestra relación, probablemente el convivir a diario la a mermado" Explico con una sonrisa el hombre. -"¿Puedo saber porque tanto interés? ¿Y sobre todo como lo supiste?" Ya se hacía una idea de ambas respuestas, pero quería que Camila lo hablara. Por eso tenía una sonrisa pícara en el rostro. Mientras que Camila seguía impasiva.
-"Lauren me lo dijo" Dijo simplemente sabiendo que lo cercanas que habían sido en el pasado no dejaría lugar a más sospechas, Leo asíntio. -"¿Hay alguien más en la vida de Lauren?" Soltó sin poder aguantar las ansias, Leo hizo una mueca y después se encogió de hombros.
-"Eso se lo deberías preguntar a ella, pero podría asegurar que no" Mintió deliberadamente, sabia que si Camila se enteraba de la existencia de Ryan Romero en la vida de la ojiverde, supondría una barrera inquebrantable entre ellas, y ahora el Presidente de México, no podía darse ese lujo.
Camila estuvo pensativa un momento antes de retornar la conversación sobre temas de trabajo que tanto importaban a ambos.
No podía pensar ahora en Lauren.
***
Llegó agotada a su habitación en el hotel donde se hospedaba, el día de mañana le entregarían el pen house que acababa de adquirir. El día había sido un tanto pesado y la incursión de cierta ojiverde en sus pensamientos no lo hacía más fácil. Reviso su móvil, había enviado un ramo de rosas más temprano a Fer, y esperaba alguna señal de vida, aunque sea algo de molestia, pero la periodista no parecía querer hablar con ella. Camila suspiró frustrada, no podía negar que la extrañaba y la sensación de culpabilidad no quería irse de su lado. Tomo una botella de agua, antes de dirigir su vista a la iluminada Ciudad de México, se mantenía en un constante puñetero debate, su amor por Fernanda y está nueva olas de sentimientos que le provocaba la Primera Dama.¿Nuevos Sentimientos? A quien quería engañar, no eran nuevos, eran más que conocidos. Quería arrancarlos de un solo movimiento, y de tajo. Pero no era tan fácil, Nada era tan fácil.
Escucho como tocaron levemente a su puerta, no había pedido ningún servicio a la habitación, y prácticamente nadie sabía que se encontraba allí, aun así camino hasta abrirla, encontrándose con la presencia de cierta mujer que la tenía de cabeza.
-"¿Que haces aquí?" Cuestiono sacando un poco su cabeza al pasillo y observando a los dos lados. Solo viendo a dos integrantes del equipo de seguridad de Lauren al fondo de este.
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Imperio Y Poder
Fanfiction"Tienes dos opciones, y ninguna incluye a mi hija" "Serás la Primera Dama y la persona que realmente tiene las riendas del país junto conmigo" Dos frases con gran intervalo de tiempo de una y otra, pero que sin duda cambiaron su vida y destino.