Actualidad.Basílica de Guadalupe, Cd. De México, México.
Ese día aquel santuario parecía fantasmal, muy pocas almas devotas y despistadas estaban rindiendo respeto a la imagen en el altar, comúnmente el lugar era centro de cientos de personas que eran testigo del milagro de la virgen, visitandola día con día. Pero hoy no era un día común en México, especialmente en la ciudad capital, hoy estaba de visita su Santidad el Papa, cientos de Miles de personas esperaban al Sumo Pontífice por las calles donde haría el recorrido, otras cientos más estaban ya esperando en el Zócalo donde se haría la misa masiva. Todos estaban atentos al Papa, México un país católico por excelencia no podía quedarse atrás, los que no estaban presentes físicamente, lo estaban a través de la televisión en las coberturas en vivo que las televisoras más importantes habían hecho.
Habria unas emotivas palabras para la memoria de la Primera Dama por parte del Papa Francisco que sin duda esperaban fuera uno de los momentos más emotivos de la vista .
Camila se encontraba allí, con la esperanza a tope, era lo único a lo que se aferraba para no derrumbarse, el papel arrugado que se encontraba en su mano, debía significar algo, por algo lo había recibido, habían pasado ya ocho minutos de la hora acordada, pero era lo único que tenía así que así esperara todo el día, allí se quedaría sentada, en aquella banca frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe.
En un intento desesperado volvió a leer la nota, esperando no haberse equivocado, aunque era imposible había leído y leído aquel papel cientos de veces y ansiosa por este momento desde el primer día.
"Fray Juan de Zumárraga No. 2, Villa Gustavo A. Madero, Gustavo A. Madero, 07050 Ciudad de México, CDMX.
12:00PM"
Ahora se estaba poniendo nerviosa al pensar que quizá era afuera el lugar de la nota y no dentro, pero igual no se movió. Miro la imagen religiosa frente a ella y oró en silencio por volver a tener al amor de su vida. Hace mucho no se acercaba a la religión que le enseñaron desde niña, y aunque no sabía si era real o no, la paz que sentía cada que oraba valía lo suficientemente la pena para seguir haciéndolo, y más ahora que tanto necesitaba ayuda divina.
Sintió una presencia a su lado, pero no le tomo importancia hasta que hablo. -"Siento la tardanza" Susurró apenas para Camila, quien giro su rostro hacia la figura a su lado que hizo que abriera los ojos de par en par.
-"¿Cómo... Cómo lo hiciste?" Dijo en el mismo tono apenas audible, su garganta estaba seca pero sin duda estaba eufórica. Vestía un palazzo color hueso y su cabeza estaba completamente cubierta por una mascada atada al frente en su cuello y unas gafas de sol tapaban la mitad de su rostro. No era la mejor forma de pasar desapercibida pero la gente a su alrededor estaba tan ensimismada que poca atención les daba. En cambio Camila no podía retirarle la mirada, una sonrisa dulce estaba posada en el rostro de la Primera Dama que veía al frente.
-"Es una larga historia" Mencionó la ojiverde tomando la mano de Camila aún sin mirarla.
-"Tengo todo el tiempo del mundo" Pronunció la castaña por inercia, queriendo mostrar su desesperación en su voz y Lauren lo entendió, la ojiverde lanzo un suspiro al aire antes de hablar.
-"Lo se, pero aquí no. Vamos, me estoy quedando en un pequeño hotel en el centro" Murmuró la mujer parándose de la banca, Camila frunció el ceño y nego.
-"Porque mejor no vamos a mi apartamento, seguro es más cómodo para ti..." Propuso Camila pero la propia ojiverde fue quien nego, apenas allí Camila pudo notar un par de mechones rubios que salían de su mascada en la cabeza, pero no hizo ningún comentario al respecto.
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Imperio Y Poder
Fanfiction"Tienes dos opciones, y ninguna incluye a mi hija" "Serás la Primera Dama y la persona que realmente tiene las riendas del país junto conmigo" Dos frases con gran intervalo de tiempo de una y otra, pero que sin duda cambiaron su vida y destino.