Los toques en su puerta repetitivos la sacaron de su letargo, limpio por encima vez su rostro tratando de detener sus lágrimas, las cuales no paraba de salir desde la última vez que hablo con Camila. Le dolía la cabeza, apenas y había probado bocado, solo se limitaba a estar acostada, llorar y dormir, cansada de tanto derramar lágrimas. Apenas y tenía fuerzas para seguir, no quería hablar con Camila, tampoco podía hacerlo con Ryan. Se sentía en la peor encrucijada de su vida, jamás imagino estar en este punto. Y ahora se arrepentía incluso de conocer al tatuado.
Puso sus sábanas hasta su cabeza cuando escucho como la puerta fue abierta bruscamente y sin ningún aviso, era obvio que era Leonel pero no tenía ánimos de discutir con el rubio.
-"Dos días en cama Lauren, lo pase este tiempo pero ahora tienes que prepararte porque en la tarde salimos a Monterrey a una reunión con los gobernadores de la zona Norte" Informo el hombre mirando a la ojiverde que no tenía intención de moverse.
-"Puedes decir que estoy indispuesta, lo cual no es mentira. No tengo ánimos de fingir felicidad cuando mi vida es una mierda." Exclamó la mujer con su voz amortiguada por las telas, Leonel bufo frustrado mirando a la mujer que no tenía intención de salir de su escondite.
-"Lauren no sé que está pasando, pero este es un compromiso que debes cumplir. Eres la Primera Dama" Dijo como si fuera suficiente convencimiento para Lauren. La cual por fin mostró su cara, sentándose en su lugar. Leo se sorprendió al ver a la mujer más pálida de lo normal, su nariz y ojos rojizos hacían delatar que había estado llorando por bastante tiempo.
-"Camila ya sabe lo mío con Ryan" Mencionó con un nudo en la garganta, Leo asíntio sabiendolo perfectamente. -"Me odia y no puedo soportarlo" Siguió con voz quebrada.
-"No creo que te odie, Cami no odia a nadie. Simplemente está molesta pero al fin del día son mejores amigas..." Pronunció simplemente el rubio restandole importancia. Aunque en el fondo sabía que Camila estaba furiosa y altamente decepcionada de la mujer. Que aunque no había hablado mucho al respecto podía deducirlo con solo verla a los ojos.
-"No somos mejores amigas!! Somos pareja" Declaró exasperada, sorprendiendo a Leonel Emilio, que la miro con confusión. -"Hemos estado juntas desde la universidad, terminamos cuando me fui a Estados Unidos, pero lo retomamos hace poco que nos volvimos a encontrar, y ahora esto" Explico cabizbaja, Leonel ahora entendía gran parte de la actitud de Camila hacia el cuando se enteró de su compromiso con la pálida mujer.
Leonel se quedó en silencio, repasando mentalmente todas las actitudes de las jóvenes en la universidad, de hecho podía encajar varias cosas como reales.
-"Camila no te lo va a perdonar, has estado jugando con ambos" Afirmó con el ceño fruncido después de un momento, partiendo el corazón de Lauren aunque rápidamente nego.
-"No estoy jugando con nadie, simplemente no es tan fácil de parar" Explico pero sin creerlo realmente, el Presidente solo la miro con acusación, una forma a la que Lauren se comenzaba a acostumbrar.
-"Tienes que venir conmigo, no quiero seguir avivando los rumores de embarazo que sacó la prensa rosa" Dijo el rubio con rencor. -"A menos que sea verdad y estés embarazada de ese tipo"Complemento asustando a Lauren, quien nego de inmediato.
-"No he estado con Ryan desde que lo mío con Camila se hizo oficial" Mencionó Lauren con determinación. Leonel se encogió de hombros.
-"Como sea, te espero en dos horas abajo" Murmuró dando media vuelta hacia la salida, dejando a Lauren sin posibilidad de negarse. -"Por cierto, entiendes que la vida de Camila corre peligro si se llega a fugar información del operativo contra Romero, he redoblado su seguridad, pero con la alta corrupción en altos mandos, nada asegura el 100% de garantía" Advirtió el hombre, Lauren entendió perfecto a lo que se refería, y asíntio. No podía saberlo nadie, mucho menos Ryan.
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Imperio Y Poder
Fanfiction"Tienes dos opciones, y ninguna incluye a mi hija" "Serás la Primera Dama y la persona que realmente tiene las riendas del país junto conmigo" Dos frases con gran intervalo de tiempo de una y otra, pero que sin duda cambiaron su vida y destino.