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Si pudiera definir cómo se sentía en ese momento, era agotada, la gira por el norte del país había sido tan cansada, llena de reuniones, cenas y visitas a zonas populares de aquella región, la inversión agrícola y ganadera era algo que Leonel quería impulsar y habían estado visitando diferentes lugares alejados de las grandes urbes. Aún así se sentía satisfecha con lo que ambos podían lograr, un punto importante para Lauren era impulsar la educación a las zonas menos privilegiadas del país, y el rubio parecía apoyarla en gran medida.

Cuando la camioneta blindada estacionó en Los Encinos sintió una gran satisfacción al saber que pronto estaría en la comodidad de su cama, con ayuda de un escolta bajo de la misma y camino los escalones que la llevaban al lobby de la casa presidencial, Leonel la seguía de cerca ayudando con su bolso de mano, habían estado muy unidos que hasta a algunos ojos podrían parecer un feliz y complice matrimonio, la realidad era muy diferente cuando ambos amaban a personas totalmente distintas.

Allyson Herrera era la primera al frente cuando abrieron la puerta principal, estaba con una sonrisa brillante al ver al rubio, Leo le regreso la misma sonrisa, solo que cuando noto la presencia tras ella se quedó estancado en su lugar, al igual que Lauren. Su corazón fallo un latido sin duda, no esperaba verla apenas entrar y menos tan seria como parecía.

Allyson se encargó de saludar a ambos, pero la conversación fue un tanto incómoda hasta que Camila hablo.

-"Vine a hablar contigo Lauren" Comento Camila casi como exigencia, Lauren asíntio a pesar de que no estaba del todo feliz de hacerlo. Algunas personas de servicio así como asistentes se quedaron extrañados por la forma tan seca con la que se refirió a la Primera Dama, y más aún que ni el Presidente ni ella misma protestaron.

-"Cami venimos muertos ¿No crees que podamos dejarlo para mañana?" Intervino Leo por la ojiverde para sopresa de todos, pero Camila vino solo a algo y no se iría sin eso.

-"No, es urgente" Mencionó simplemente, Leonel iba a volver a hablar pero Lauren ahora fue la que tomo la palabra.

-"Está bien, podemos pasar a la biblioteca" Acepto caminando hacia dicho lugar, siendo escoltada por Camila, y para sorpresa por el mismo Leonel.

Ninguna de las dos refutó, si el rubio ya estaba enterado de todo, no había ningún inconveniente.

-"¿Que es de lo que necesitamos hablar?" Cuestiono la mujer en cuanto Leonel cerro la puerta de la habitación llena de libros y objetos que probablemente databan desde mucho antes del porfiriato.

-"Sabes perfectamente de que, quiero una respuesta ahora" Exigió Camila viéndola a los ojos de forma fría, haciendo estremecer a Lauren.

Pero Leonel fue el que intervino. -"Respecto a eso, no creo que sea buena idea Camila, no podemos poner en riesgo a Lauren" Intercedio por la pelinegra quien se sorprendió de nueva cuenta, al igual que la ojimarron por la actitud portectora que estaba mostrando el rubio hacia Lauren.

-"No la pondremos en riesgo, si el tipo la ama tanto como dice, no correrá ningún peligro" Declaró Camila con desden, fusilando a Lauren con la mirada, la Primera Dama solo pudo agachar la cabeza. Leo solo nego en desacuerdo.

-"Igual quizá lo merezco, se de lo que puede ser capaz Ryan y no le tengo miedo" Dijo con determinación Lauren viendo a Camila.

-"Bien, entonces quiero que lo veas hoy, quiero que lo mantengas tranquilo. Que baje la guardía" Ordenó la castaña, el rubio la miraba impresionado.

-"No he aceptado" Pronunció Lauren, en su tono se podía escuchar cierta indignación. Camila la miro con el ceño fruncido.

-"Entonces lo eliges a el" Mencionó Camila con algo de dolor y recelo, pero Lauren nego de inmediato.

Imperio Y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora