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Ximena mordía su labio viendo como el sudor bajaba por el pequeño escote de Camila, el cual dejaba ver el top deportivo que usaba en color gris al igual que los mallones que traía puestos. Estaban en el gimnasio del club deportivo al cual iban casi todos lo fines de semana. Ahora era un simple miércoles y Camila había querido ir después de clases. La rubia sabía que algo le pasaba a su amiga, habían pasado todos los días juntas después de clases incluso el fin de semana, desde el viernes pasado no había sabido mucho de Lauren o al menos no la había visto cerca de la ojimarron, porque por supuesto ella ya la había visto y Ximena ya se podía hacer una idea, pero ella tampoco traería el tema a relucir.

-"¿Crees que tu papá ocupe su palco en el estadio este fin de semana?" Cuestiono la rubia queriendo tener la atención de Camila, quien bajo un poco la velocidad a la caminadora antes de limpiar su cara con una toalla y ver a su amiga.

-"Ehh no lo sé, sabes que no se pierde un partido" Contesto Camila con confusión no entendiendo a donde quería llegar Ximena, quien hizo una mueca ante la respuesta de su mejor amiga.

-"Pff y no podrías decirle que nos lo preste este fin" Pidió la mujer con ojos de suplica. Camila en cambio tenía una cara de sospecha.

-"Y a ti desde cuándo te gusta el fútbol" Murmuró la ojimarron mirando a su amiga con los ojos entrecerrados, Ximena siempre había tenido muchas actitudes machistas, como el hecho de que el fútbol era cosa de hombres.

-"Bueno, es que Patricio y Déborah del Valle y otros amigos quieren ver el partido y pensé que si tú se lo pides al tío Servando seguramente te hará caso" Pidió con ojos de cachorro que casi convencían a Camila, sabía que Patricio era el nuevo pretendiente de Ximena y aunque no le agradaba del todo, sabía que era buena idea que comenzará a distraerse después de lo afectada que quedó con la ruptura de Leo.

-"Está bien, lo voy a intentar" Dijo la ojimarron, aunque sabía que era cuestión que lo pidiera para que lo tuviera. Ximena comenzó a aplaudir emocionada.

Camila pensó que sería buena idea invitar a Lauren, la ojiverde había estado bastante alejada de ella, incluso sentía que la estaba evitando, aunque Lauren siempre ponía de pretexto el constante trabajo que tenía tanto en la escuela como en Villarreal y Villarreal, pero sabía que el fin de semana podía ser crucial para recuperarse.

***

Casi una semana desde que Alina prácticamente le sentenció su futuro, y el mismo tiempo en que no veía a la castaña, era torturante tener que evadir los intentos de Camila por verse o siquiera hablar. Sabía que había estado cortante y muy evasiva, y que tenía que tomar una decisión de inmediato, no tenía ninguna noticia de Alina pero eso no era tampoco una buena señal.

Trataba de mantenerse ocupada durante el día entre sus clases en la UIM y su trabajo en el bufete, pero en las noches se le hacía imposible no llorar al sentirse tan impotente y ver cómo le estaban arrebatando la posibilidad de ser feliz junto a la persona que amaba.

Sentía doler físicamente su corazón y su alma cada que imaginaba terminar con Camila, y no solo eso, sí no dejarla de ver para siempre.

Tenía que buscar a Camila y tenía que hablar con ella, no podían dejar que lo suyo se evaporará en el aire como si no hubiese sido lo más importante que haya vivido hasta ahora.

A su mente vinieron las palabras que le había dicho Ximena hace unos días cuando la miro dentro del campus. Haberla visto de nuevo cerca del nefasto de Iván Montemayor le había dado escalofríos, aún después de lo que había sucedido entre ellos hace ya un año.

Bufo cuando sintió los ojos de Ximena sobre los de ella, incluso pudo escuchar las risas del grupito seguidas por un comentario que dijo Iván, lo pudo reconocer en cuanto sintió su mirada lasciva sobre ella, era evidente que se estaba burlando. Tenía tiempo de no verlo y ahora verlo junto a la mejor amiga de su novia no le agradaba nada. Camino sin pensarlo con más prisa para pasar rápido de aquella mesa. Giro los ojos cuando vio a Ximena encaminarse a su encuentro, quizá debió sacarle la vuelta pero no lo hizo, no quería aguantarla pero tampoco quería que pensará que era una cobarde.

Imperio Y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora