Múnich, Alemania.
Camila despidió su clase con una sonrisa, desde hace cuatro años que se mudaron a Múnich después de vivir un tiempo en Berlín, la ojimarron había comenzado a dar clases de alemán, inglés y español a estudiantes de todo el mundo a través de plataformas de videoconferencia, trabajaba en un pequeño instituto políglota en la ciudad, aunque sus clases siempre eran a distancia.
Estaba cumpliendo el sueño que siempre había compartido junto a Fernanda, vivir permanentemente en Alemania, llevando una vida tranquila. Y lo hacía, pero a lado de su verdadero gran amor.
El departamento pequeño dónde vivían en la ciudad alemana era de lo más acogedor, Camila sin duda lo extrañaría cuando se mudaran a una casa más grande en unos de los suburbios más tranquilos de Múnich, dónde asentarían cómo familia.
La puerta de entrada se abrió y la sonrisa de Camila no podía ser más grande, se apresuró a ayudar con las bolsas de comestibles que llevaba la mujer de piel pálida.
-"No debes cargar tanto" Regaño la ojimarron mientras despojaba a la ojiverde de las compras, al tiempo que le daba un beso en los labios como bienvenida. -"Dijiste que solo ibas a comprar un té" Dijo Camila haciendo mención al local que estaba justo a lado de su edificio, dónde vendían tal cantidad de tés naturistas, y con los que Lauren estaba obsesionada.
-"Pensé que nos hacían falta algunas cosas y ya sabes que no nos gusta molestarte cuando estás trabajando" Mencionó con voz melosa, sabía que Camila amaba cuando hablaba en plural. La ojimarron reviró los ojos sabiendo que Lauren lo hacía a propósito.
Así que dejo las bolsas en la isla de la cocina para darle un beso en los labios a la ojiverde.
-"¿Cómo están?" Preguntó Camila con interés separándose poco de los labios de la ojiverde, acariciando su barriga de seis meses de embarazo.
Lauren también la acaricio al tiempo que caminaba acompañada de Camila a la sala de estar.
-"Sinceramente, no aguanto las piernas, estas pequeñas cada día pesan más" Mencionó mientras se sentaba en su sillón estirando las piernas, Camila no dudo en tomar sus pies y darles un ligero masaje que Lauren agradeció cerrando sus ojos, y hechando la cabeza para atrás. Disfrutando.
Era algo que habían decidido desde hace vario tiempo, quizá desde que vivieron su primer año en Oslo, que fue el primer lugar donde habitaron luego de que Lauren dejara México, al siguiente día que se reencontraron, Camila la alcanzó meses después, queriendo dejar todo en orden en Monterrey, en Cervecería Sierra Madre, pero sobre todo para despistar un poco a Leonel.
Siempre lo hablaron y siempre lo soñaron, pero hasta que Leonel Emilio dejo el poder un año atras, terminando su mandato, fue que decidieron dar el paso y comenzar con la inseminación.
Ahora esperaban a dos pequeñas, Constanz y Liesel, quien nacerían en Alemania, ya habían comprado la casa a dónde se mudarían y dónde crecerían aquellas pequeñas tan amadas y esperadas.
Estaban que no cabían de la felicidad, las pequeñas serían registradas bajo las leyes alemanas, con un solo apellido, el cual habían elegido el de Camila.
Constanz y Liesel Castelli.
Lauren ahora se llamaba Michelle Morán, ya que Lauren Jiménez estaba legalmente muerta, y no quería que sus pequeñas llevarán un apellido falso, Camila le había explicado que no sería del todo falso, si no el inicio de su nueva vida como familia y con el pasado totalmente enterrado.
Pero para Lauren no había sido difícil saber que quería que el apellido de Camila fuese el que llevarán como famila. La realidad es que la castaña estaba encantada pero aún así trato de que Lauren no se sintiera desplazada. Pero la ojiverde no podía sentirse más agusto, llevaba a las dos personitas que venían a completar su familia en su vientre.
Estaban más enamoradas que nunca, vivían sin preocupaciones, ya que aunque cada una tenía un trabajo modesto, cada mes llegaba la tranferencia por la acciones de Camila en Cervecería Sierra Madre, que le seguían perteneciendo en su mayoría. Por lo que aunque vivían cómodamente, no llevaban una vida de lujos.
Estaban enamoradas y era lo único que importaba. Poco sabían de lo que sucedía en México, la familia de Lauren ahora radicaba en su mayor parte de Estados Unidos, y una vez al año se veían en alguna parte de Europa.
Por su parte Camila apenas tenía contacto con alguno de sus primos, y sus amigos más cercanos terminaron siendo una mierda, así que estaban creando nuevos vínculos en Alemania.
-"Me dice Gretchen que en que idioma vamos a hablarle a las princesas" Dice Lauren mientras Camila seguía masajeando sus pies, la castaña sonrió, como siempre que mencionaban a sus princesas o cualquier cosa que tuviera que ver con ellas.
Gretchen era la dueña de una pequeña galería de arte, dónde Lauren trabajaba, haciéndose cargo de redactar los contratos que había dentro del negocio.
-"¿Y que le has dicho?" Cuestiono parándose de su lugar y sentándose a un lado de su mujer, besando su mano.
Después las entrelazó, poniéndola sobre la barriga abultada de Lauren.
-"Tienen que aprender alemán por supuesto, e inglés... Pero aquí en la casa me gustaría que usaramos español" Mencionó aunque más bien parecía una petición.
-"Creo que sería bueno que aprendieran los tres idiomas desde pequeñas, nunca sabes a dónde te llevará la vida o cuando los puedas necesitar" Concordó Camila dándole un beso a la ojiverde, quien la tomo de la mejilla, profundizando el beso.
-"Te amo mucho... Te amamos mucho" Corrigió haciendo sonreír a Camila, quien no dudo en corresponderle.
-"Yo las amo más, más que a nada" Pronunció dejando una caricia en las pequeñas y un beso en los labios de Lauren.
Las dos estaban ansiosas por conocerlas. Sabían que el nacimiento de las gemelas, marcaría un nuevo comienzo en sus vidas, Constanz y Liesel eran la certeza de una vida en familia y feliz.
Simplemente la realización de todos sus sueños.
Del pasado poco y nada sabían, ni Leonel ni Ryan eran tema de conversación dentro de la casa de las Castelli, Camila entendió que Leonel Emilio no era más su amigo después de lo que fue capaz de hacerle a Lauren, y por su parte la ojiverde sabía que no albergaba ningún sentimiento por el tatuado, había sido su pareja, si; pero ahora ya nada tenía que ver en su vida.
Su presente y futuro era Camila y estaba encantada con la idea de que ya eran una familia, y pronto esa familia crecería.
Habían dejado claro que solo tendrían a las gemelas, así que serían una feliz familia de cuatro.
Lejos había quedado aquella vida en México, una vida llena de ambición y poder.
***
🤰🏻🙋♀️🔜👶🏼👶🏼=👩👩👧👧🥰💙

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Imperio Y Poder
Fanfiction"Tienes dos opciones, y ninguna incluye a mi hija" "Serás la Primera Dama y la persona que realmente tiene las riendas del país junto conmigo" Dos frases con gran intervalo de tiempo de una y otra, pero que sin duda cambiaron su vida y destino.