Parque de diversiones.
Nos encontrábamos en el parque de diversiones, los chicos estaban decidiendo si entrar a una atracción de payasos o no. Emily y Rose decidieron entrar a la casa del terror, me negué al principio porque habían varias personas esperando. Acepté cuando Rose me hizo un puchero y no ha parado de preguntar "¿Y si nos pasa algo?".
Rodé los ojos al ver que iba a preguntar lo mismo.
—¿Y si nos pasa algo malo?.
—No pasará nada, relajate.—Respondió Emily por décima vez.
—¿Por qué estas tan segura que no pasará nada?
Emily sonrió y alzó sus cejas.
—Porque vengo preparada.
Fruncí el ceño.
Emily nunca le ha gustado las armas.
—Tengo algo que nos va a ayudar mucho si estamos en esa situación.
—¿Ah si?.—Pregunté.
Ella asintió y sonrió orgullosa.
—Si, la tengo en mi cartera.
Di un paso hacia adelante para estar más cerca de ella y jalé a Rose para que esté más cerca de nosotras, y poder ver qué había en su cartera.
Emily abrió la cartera y no pude evitar soltar una carcajada.
Rose abrió los ojos como platos y sonrió asombrada. Vi a Emily que sonreía muy orgullosa por lo que traía.
Traía en su cartera una roca muy grande, un golpe en la cabeza con esa roca y te deja inconsciente.
—Acabo de confirmar que estas mal de la cabeza.—Dije en voz baja.
Me recosté a la pared y miré disimuladamente al grupo de chicos.
Bonitos.
Un rubio no le quitaba los ojos de encima a Emily, a su lado estaba un chico castaño y este no dejaba de ver a Rose.
Emily lleva puesto un vestido blanco corto con mangas abombada y estampado Floral, se ve muy tierna. Rose decidió ponerse un pantalón negro ajustado y una camisa corta.
Elegí usar una falda negra y una sudadera blanca corta, Emily nos pidió que nos pusiéramos tenis blancos para combinar. Cuando llegamos le compre unas orejitas a Rose.
Un chico de ese grupo no dejaba de mirarme y lo miré fijamente, el desvió la mirada pero pude ver sus mejillas sonrojadas.
Que tierno.
Sus ojos conectan con los míos y sonreí, me devuelve la sonrisa y veo a Emily. Ella niega y sonríe divertida.
—Es lindo.—Dije encogiendome de hombros.
Las personas ya estaban avanzando, di dos pasos y me sentí observada, levanté la mirada y vi a un chico dándose la vuelta. Al llegar a la puerta de la atracción una chica nos abrió la puerta y fingió una sonrisa.
—Espero y disfruten, aquí todo puede suceder.
Entramos a la atracción y me pareció normal, no era tan aterradora como pensé que lo sería.
—¿Quieres apostar?.—Le preguntó Emily a Rose.
Ella sonrió.
—10 dólares a que no.
Emily la miro y sonrió.
Ambas sabíamos que pasaría.
—Ya verás que si.
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Polos opuestos.
FantasyNo eran nada iguales, pero se amaban como si fueran idénticos. Eran tan opuestos, tan distintos. El no era el chico que ella imaginó para ella, era todo lo contrario. Ella no era la chica que el siempre soñó, el destino se divirtió uniendo sus camin...