Polos opuestos.

Capitulo 57.

¿Cómplices?

Los nervios no me dejaban hablar, el comenzó a verme fijamente esperando una respuesta, pero su mirada no era de buena ayuda. Nunca creí que una mirada me pondría así de nerviosa, ni hablar puedo. Comencé a pensar en que pregunta le haría primero, definitivamente prefería mucho más leer su información que hablar directamente con él.

Parezco una estúpida en estos momentos.

Ashton se acercó a mí con el ceño fruncido, creo que han pasado dos minutos y yo sigo sin hablar. Me aclaré la garganta y me acomodé en el muelle. Ahora sí, estaba decidida a hablar.

¿Nervios?, ¿qué es eso?.

—¿Eres el líder de los vampiros?.—Pregunté y dejo de verme.

Suspiré aliviada.

Buena pregunta para que dejara de verme.

—Si.—Respondió.—Eran los primeros vampiros aquí en Canadá.

—¿Eran?.

Bajó la mirada y vio la rosa.

Que mirada tan triste...

—Mataron a toda mi familia hace 20 años

—¿Cuántos años tienes?.—Pregunté.

Soltó una risa y se rascó la nuca.

—¿En serio quieres saber?.—Asentí y el mordió su labio inferior.—150 años.—Susurró y solté una carcajada.

—Eres un viejo.

—No puedo negar eso.

Luego de eso nos quedamos en silencio. El arrancó otro pétalo y lo lanzó al agua.

—Mi padre siempre nos protegía, nunca nos enseñó a usar armas o nuestras habilidades. Mi madre era una humana y mi padre un vampiro. Nos alimentabamos de personas malas y a veces de animales. Hace 19 años conocí a una humana y me manipuló. Fuimos parejas y se la presenté a mis padres, era un ingenuo. Se ganó el cariño de todos, menos el de mis padres.

—Debió de ser por algo.

—¿Dejarás que te cuente?.

Me encogí de hombros y el rodó los ojos.

—Habían pasado meses y quise invitarla a salir. Una cita, mejor dicho. Ella me dijo que quería estar conmigo para siempre y de ingenuo le dije que la convertiría. No esperamos más y nos fuimos. Cuando despertó tenía hambre y corrió hacia un callejón, había una pareja y ella no dudo en matarlos a ambos. Pensé que era normal que hiciera eso, es nuestra naturaleza ser así. Pero, escuché otro latido.

—¿La chica estaba embarazada?.

El asintió.

—A ella no le importó.

—¿Seguiste con ella?.

—Claro, estaba enamorado de ella.

—¿Cómo pudiste seguir con una persona que hizo eso?.

—Mis padres se molestaron cuando les conté lo que hice.—Hasta yo me molestaría.—Semanas después ella dejó de responder mis mensajes, una noche se apareció en mi casa como si nada hubiera pasado. Y, esa misma noche juré que la mataría.

—¿Ella mató a tu familia?.

—En la madrugada se escucharon unos disparos y ella no estaba en mi cama, lo primero que pensé fue en mi hermana menor y la busqué, ella era la luz de la casa. Si teníamos un pésimo día, ella nos hacía sonreír y olvidarnos que fue un pésimo día. Jamás le gustó la sangre humana, prefería la de los animales y quería convivir con los humanos. Quería saber más de ellos y cuando la conoció se emocionó mucho al ver que era una humana.