Adiós...
Ambas castañas se quedan calladas, claro, bobas no son. Emily se muerde el labio inferior y a pasos lentos va retrocediendo. Actuo rápido y le lanzó un cepillo que estaba en la cama, se tapa la cara y me ve asombrada.
—¡¿Quién dijo que te fueras!?.
—Nick me está llamando..., ¿no escuchaste?.—Me responde Emily nerviosa.
—¡Nick!, ¿Llamaste a Emily?.—Le grito a Nick.
—¡No!.—Responde Nick, su voz se escuchó cerca.
Me quito el nombre que los tres están en el pasillo.
—Rose.—Habla Rose imitando la voz de Luke.—¿Si?, ya voy.
—¿Luke la llamaste?.
—¿Por qué lo haría?.
Sonrío.
Corro rápidamente hacia la puerta.
—Ninguna sale de aquí.—Digo enojada.
Ambas asienten al mismo tiempo y se sientan en la cama. Se cruzan de brazos como dos niñas pequeñas regañadas.
—¿De quién fue la idea?.—Pregunto de brazos cruzados.
Emily señala a Rose y ella abre los ojos asombrada por su tradición. Sin embargo, ella también la señala.
—Ella dijo que en una semana dirías las palabras mágicas.—Dice Rose.
—Eso lo dijiste tu.—Murmura Emily.
Rose niega.
—¡Fuiste tu!.
Emily se hace la desentendida, la que no sabe nada.
—¿Yo?, no se de que hablas.
Ruedo los ojos y dejo que peleen. Abro la puerta y veo a los tres.
—¿Los puedo ayudar ayudar algo?.—Pregunto de brazos cruzados.
Jared y Nick se ruborizan al ser atrapados.
—Estoy harto de verlos sonrojarse como unas niñas.
—¿Te he dicho que te ves guapísimo hoy?.—Le pregunta Rose a Luke.
Segundos después Luke se sonroja y nos da la espalda.
—No, gracias por decirmelo
—Yo mejor me voy.—Habla Jared de repente.
Estaba por responderle cuando Emily habló.
—Todo esto es sobre ti.
Suelto una risa al verlo sonrojarse.
—¿No se te olvida algo?.—Le susurra Rose a Emily.
—No te pagaré, ella no se tenía que dar cuenta, tonta.—Respondió Emily en voz baja.
—¿Apostaron sobre mi?.—Pregunta Jared confundido.
—Nosotros.—Lo corregí.
—¿Sobre?.
—Que me terminarías gustando.
Jared se acerca y cuando está apunto de tocar mis labios, una voz insoportable nos interrumpe.
—Ay no, vayan a besarse a otro lugar.—Dice Luke fastidiado.
Cuento hasta diez y me repito una y otra vez. "Es tu amigo no lo mates, es tu amigo, no lo mates, es tu amigo, no lo mates, es tu amigo, no lo mates, es tu amigo, no lo mates, es tu amigo, no lo mates.
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Polos opuestos.
FantasyNo eran nada iguales, pero se amaban como si fueran idénticos. Eran tan opuestos, tan distintos. El no era el chico que ella imaginó para ella, era todo lo contrario. Ella no era la chica que el siempre soñó, el destino se divirtió uniendo sus camin...