Capitulo 53.

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¿Decirme algo?

Hice caso omiso a su comentario. Me había levantado de buen humor y quería seguir así el resto de mi dia, Patricia sonrió divertida cuando lo ignoré por completo. Nick y yo nos sentamos, despues cada uno fue pasando con su oponente para tener un combate cuerpo a cuerpo. Ally y Patricia la estaban pasando un poco mal, no esquivaban los golpes a tiempo y cayeron al piso varias veces.

Patricia le tiene miedo a su oponente y eso la hace lenta al momento de atacar. Además, Patricia no lo ha llegado a tocar, ni rozarlo. Llamé a Patricia y ella se acercó avergonzada.

—Lo siento, yo...

—¿Por qué le tienes miedo a tu oponente?.—Pregunté.

Ella abrió los ojos como platos y lo señaló.

—¿Estas bien de la vista?.—Fruncí el ceño y negué.—¡Es un gorila!.

Vi a su oponente.

La verdad si parecía un gorila.

—No piensa en sus ataques, tu eres inteligente. Usa eso a tu favor y mándalo al suelo de una vez. No le tengas miedo, si lo haces seguirás cayendo una y otra vez.

Ella asintió y en sus ojos vi un poco de seguridad.

—Ya me duelen los brazos de tantas caídas. Esta vez me toca a mí.—Murmuró y se dió la vuelta.

Apretaba sus puños a medida que se acercaba a su oponente. Axel había terminado hace rato y había ganado, veía a Patricia asombrado y se sentó en una silla sin quitarle los ojos de encima. Ahora ella parece otra persona, en sus ojos se nota que no quiere perder.

Les dije que empezaran y su oponente fue hacia ella con mucha seguridad. Ella aprovechó eso y cuando lo tuvo cerca le dio un buen golpe en la cara, sonrió emocionada. El quedó asombrado por tal golpe y ella se le montó encima. Ambos cayeron al piso pero ella siguió encima de él y comenzó a devolverle todos los golpes que ella recibió.

Cuando ví sus nudillos rotos detuve la pelea, pero ella seguía. Corrí hacia ella y la alejé de su oponente. Axel corrió hacia nosotros al verlos separados.

—Me faltaba solo uno.—Dijo con un puchero.

Axel llegó y revisó sus nudillos.

Quisiera usar mi poder de sanación para ayudarla pero no puedo, no pueden saberlo. Por los momentos no.

—¿Te duelen?.—Preguntó Axel y sus manos temblaban.

—Estoy bien, tranquilo. No duele nada.—Respondió ella y las manos de Axel dejaron de temblar.

El asintió y le dijo que le buscaría agua.

Se fue, yo también iba para lo mismo, pero lo que dice Patricia a continuación me detiene. Sí, quería saber.

—Vió morir a toda su familia y ver sangre le recuerda eso.—Me volteé sobre mis talones y la miré.

—¿Por qué me cuentas?.

—Eres nuestra amiga y debes saber el pasado de todos.—Asentí y ella se alejó a buscar a Axel.

Me di la vuelta para volver pero choqué con alguien. Levanté la mirada y era él, maldije internamente. Unos ojos tan hermosos, capaz de volver loca a cualquiera.

—Quítate.—Pidió.

Había olvídalo por completo lo amargado y lo maleducado que era.

—Quítate tú, estás estás mi camino.—Respondí y cuando no lo vi moverse, lo empujé.

Polos opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora