¿Podre hacerlo?.
El sol entrando por mi ventana y los gritos de Emily, hacen despertarme por completo. Me siento en la cama y noto que mi ventana está abierta. Veo la hora en mi celular y no me sorprendo para nada ver qué son las 12 del medio día. No recuerdo cómo llegué a mi habitación, lo único que recuerdo es cuando me dormí en el auto. Lo más probable es que Dave me haya dejado en mi cama, así es el. El olor a café llega a mis fosas nasales y mi estómago suena. Me levanté y estiré mi cuerpo, fui hacia la ventana y antes de cerrarla vi al pequeño Max jugando con sus juguetes. Ayer al regresar tenía que limpiar la entrada pero me quedé dormida. Por lo que veo, Nick lo hizo de nuevo.
Bajé a la cocina al terminar de cepillarme y lavarme la cara. Escuché las risas de ambas castañas y una queja de Luke. Entré a la cocina y lo primero que hice fue sentarme y verlos a todos reírse, el único que parecía no soportar las risas era Giovanni. Es lo que más me gusta de la casa, la cocina es estilo americana con su barra y sus taburetes. Cuando tenga el dinero suficiente la haré más grande y cambiaré todo menos la cocina, todos estuvimos de acuerdo que la cocina se quedará como está.
—Buenos días.—Salude y Emily soltó un grito por el susto.
La risa de Nick se escuchó a lo siguiente.
—Dormilona.—Saludó Nick y colocó su mano en mi cabello para desordenarlo.
Quité su mano y el soltó una risa.
Sabe que odio eso.
—Harás que me dé un infarto, Anastasia.—Habló Emily y escuché como su corazón volvía a latir con normalidad.
—No te asusté, solo saludé.
Ella rodó los ojos y me dió el desayuno.
Sin pensarlo dos veces comencé a comer y en menos de cinco minutos, terminé.
Si, tenía hambre.
—Ayer no cenaste.—Dijo Rose y cuando volteó, abrió los ojos como plato. Me comí todo y el plato se encuentra completamente vacío.—Sí que tenías hambre.
—Un poco.—Respondí y Luke comenzó a reírse.
Escuché la puerta abrirse y luego las pisadas rápidas, sin duda Max viene hacia acá. Me levanté y esperé que llegara para hacerle cariño, entró a la cocina y me preparé para cargarlo, saltó y lo atrapé. Comenzó a lamer mi cachete y oler mi cuello.
—¿Qué vestido te compraste ayer?.—Preguntó Rose entrando a la cocina.
—Lo verán más tarde, es hermoso.
—Tienes un buen gusto, te lo creo.—Habló Luke.
—¿Qué le pasa a Giovanni?.—Al preguntar eso, Rose se ríe.
—Tengo sueño, ayer estuvimos viendo una película de terror y no pude dormir después de verla.—Me respondió Giovanni.
—¿Cuál vieron?.
—La del payaso.—Luke trató de contener una carcajada.
—No da tanto miedo.—Dije y Nick comenzó a reírse.
—Saliste del cine llorando, Anastasia.
Sabía que eso jamás lo olvidarán.
—No se de qué hablan.
—Sí claro, jamás paso.—Murmuró Rose.
Comenzamos a hablar de lo que pasó ese día, Emily y Rose le contaron a los chicos en el momento en que lloré, no pude evitar reírme con ellos al verme llorar. Emily comentó que parecía un tomate y sé que es verdad. De tanto hablar y reírnos se nos fue una hora y al darnos cuenta, Giovanni estaba profundamente dormido.
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Polos opuestos.
FantasyNo eran nada iguales, pero se amaban como si fueran idénticos. Eran tan opuestos, tan distintos. El no era el chico que ella imaginó para ella, era todo lo contrario. Ella no era la chica que el siempre soñó, el destino se divirtió uniendo sus camin...