Capitulo 14.

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     Sentimientos no correspondidos.

Son las 5:37 AM y aquí estoy otra vez afuera de la casa con un taza de café. Escucho a los pájaros cantar, dulce y lindo canto, veo los árboles moverse por por viento. Me le quedó viendo al hechizo de protección y vi líneas azules que se mueven de un lado a otro como pequeñas serpientes. Mi celular sonando llama mi atención y me fijo en el nombre.

Es el, deberá tenerme buenas noticias.

O eso espero.

Acepto la llamada y volteo para asegurarme de que no haya nadie.

—No he recibido ni un mensaje tuyo para saber que estás bien, no sé si molestarme o matarte.—Hablé.

Se escuchó una risa.

—Calma roja, apenas llegué ayer a Canadá.

—Quedamos en qué me avisarías...— Digo su nombre.

—¿Dónde te estás quedando?.—Pregunté.

—En un hotel cerca de tu casa.

Eso es bueno,cualquier cosa podría pasar y el no tardaría tanto en venir.

—¿Encontraste lo que te pedí?.

—Si.—Su respuesta me hace sonreír.—Se hacen llamar sombras y tienen la habilidad de aparecer y desaparecer, algunos poseen magia negra o prohibida que aumenta su poder. Lo que te atacó ayer era una sombra de nivel C.

—¿Es por niveles?.

—Si, los de nivel C son considerados sombras débiles porque su cuerpo rechaza la magia prohibida, no los toman tanto en cuenta. Los de nivel B son fuertes pero tienen su límite, no rechazan la magia pero no pueden durar tanto tiempo usándola.

—¿Nivel A?.—Pregunté y hubo un momento de silencio.

—Son considerados los mejores y controlan la magia negra a su antojo. También pueden utilizar uno de los 4 elementos de la naturaleza.

—Imposible.—Murmuré. —¿Cómo supiste todo eso?

—¿Te das cuenta con quien estas hablando?.—Preguntó.—Estas hablando con uno de los mejores investigadores.

—Se me había olvidado.—Dije con sinceridad.

—Antes de venirme me encontré a Thomas por la calle.—Le di un sorbo a mi café.—Iba con Becky, ¿sabías que ellos son pareja?.

—Sí, en mi cumpleaños tuve que llamarlo por un reto de las chicas y me dijo que iba en serio con ella.

Escuché su risa.

—Hace días ella me besó y pensé en acostarme con ella. Quiero hacerlo sufrir un poco por lo que te hizo.

—No, tú no eres así. Ya el no me importa, me di cuenta que no me merecía.

—Al menos lo intente.

—Al menos.—Dije con una sonrisa.

—Dormire roja, estoy cansado y el viaje fue un poco loco.

—Esta bien, descansa....—Me despido de el y digo su nombre.

Cuelga la llamada y pongo el celular en el boslillo del abrigo.

Antes era una chica callada y mi vida se resumía en estudios, estudios y más estudios. No tenía amigas para hacer una pijamada o salir y cuando conocí a Thomas me gustó al instante. Me presentó a sus amigos y me di cuenta que era el chico popular. Al principio todo era color de rosas, hasta que conocimos a Becky Miller.

Polos opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora