¿Tranquilo?, si claro.
Aun no entiendo como a una persona no le puede gustar el café. Definitivamente, somos polos opuestos. Si encajamos un poco sería por milagro. Justo ahora, lo estoy viendo comer su ensalada de frutas, parece un niño pequeño comiendo su comida favorita. Se nota en su rostro lo feliz que está.
Poco a poco voy cayendo.
Levanta la mirada y sus ojos chocan con los míos, sonríe de medio lado.
Apenas voy a empezar a comerme el sándwich de pollo y a el ya le falta poco para terminar. Le doy un bocado al sándwich y pregunto:
—¿También tienes algún hechizo de protección?.
El asintió y señaló los aretes negros de su oreja.
—No me los puedo quitar. Nada más la bruja puede hacerlo.—Asentí y bebí un poco del capuchino.
Que delicia.
—Son lindos.—El sonrió y volvió a comer.
—¿Y tu?.
Señalé el collar que me dió mi abuela.
—Hasta hace poco no sabía.
—¿Lo hizo Rose?.—Preguntó y negué.
—Mi abuela.—Respondí.—Aparte de protegerme de sol también detenía mi transición. Mi abuela creía que no podría contenerme y por ello hizo un hechizo para detenerme y protegerme.
—Aún no puedo creer que haya pasado en hermanos.—Sabía de que hablaba.
Seguimos comiendo en silencio, un mesero me vio disimuladamente pero Ashton lo vió.
—¿Te gusta leer libros?.
—Me encanta.—Respondi y el soltó una risa.—Amo los libros, uno de mis sueños es escribir un libro.
—A algunos libros le han sacado películas. Sería increíble que el tuyo sea uno de ellos.
Asentí sonríendo y le di otro bocado al sándwich, está delicioso. Quizás pida otros para llevar.
—¿A ti no te gusta leer libros?.—Pregunté.
—No, me aburre.
Negué levemente.
No le gusta el café y tampoco leer, si sale vivo de esta cafetería sería otro milagro.
—¿Te gusta el chocolate?.
—Sí.—Respondió y suspiré aliviada.
El ya había terminado de comerse su ensalada de frutas y yo aún no terminaba.
—¿Qué piensas de las relaciones a distancia?.—Preguntó y di un pequeño sorbo al capuchino.
—Las relaciones a distancias siempre han existido. Pueden funcionar pero, también depende de las personas. Es un reto, pero no es imposible, la distancia es corta cuando alguien significa mucho para ti. Solo que algunas personas no lo comprenden.
—Yo no opino lo mismo.—Responde y agarra mi capuchino, me ve fijamente.—No soportaría tener a la persona que me vuelve loco, lejos de mi.
Huele el capuchino y se lo quito rápido, el frunce el ceño.
—Es raro, no huelas mi capuchino.
Se quedó en silencio por varios segundos.
—Tengo hambre.—Aguanté las ganas de reírme.
—Pide un sándwich de pollo. Créeme, está delicioso.
El vió el otro pedazo de sándwich y asintió. Buscó con la mirada a la chica que nos atendió y cuando la encontró, señaló nuestra mesa. No había notado lo bien que estaba vestido hasta que escuché a un grupo de chicas hablando de el, son porristas.
ESTÁS LEYENDO
Polos opuestos.
FantasyNo eran nada iguales, pero se amaban como si fueran idénticos. Eran tan opuestos, tan distintos. El no era el chico que ella imaginó para ella, era todo lo contrario. Ella no era la chica que el siempre soñó, el destino se divirtió uniendo sus camin...