Capitulo 21.

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               Directo al corazón.

Despierto a la mañana siguiente por los rayos del sol que entran por mi ventana. Me volteo y veo a Jared profundamente dormido, susu labios están entreabiertos y sus mejillas están un poco rojas. Disimuladamente veo su cuerpo, está sin camisa. Al no tener nada que hacer comienzo a contar las pocas pecas que tiene en su rostro, minutos después Jared abre los ojos y me ve fijamente.

—Buenos días.

Sonrío y le aprieto los cachetes.

—Buen día, copito.

Me levanto con rapidez y siento que todo me da vueltas, me agarró de la cama y Jared sonríe.

Frunzo el ceño.

¿De que se ríe este idiota?.

—¿Qué te da risa?.—Pregunté al verlo sonreír divertido.

—Eso no hubiese pasado, si la niña no tomara tanto.

—No es mi culpa que sean tan buenos.

Jared rueda los ojos y niega.

Un pequeño recuerdo de la noche anterior llega a mi y me sonrojo.

Un besito, solo uno solo.

—Jared.—Lo llamo y el deja de caminar, voltea a verme y susurro.—Besame.

Jared niega sonriendo.

Abro los ojos como platos de tan solo pensar que yo dije eso. ¡El no me besó!, en estos momento quisiera no verlo a los ojos.

Jared al verme sonríe.

—Parece que alguien se acordó.

—¿Por qué no lo hiciste?

El se encoje de hombros y asiento.

Busqué una toalla y entré al baño para darme una ducha, olía a alchocol. Me puse una camiseta de Nick, gracias al cielo estaba en el baño, se me habían olvidado buscar la ropa que me pondría. Justo ahora recuerdo haberla puesto allí por si pasaba algo como esto.

Jared seguía acostado en mi cama.

Salí del baño y me sequé el cabello con la toalla. Jared entra al baño y minutos después sale envuelto en una toalla en la cintura. Gire disimuladamente y vi su cuerpo, no pude evitar quedarme embobada mirándolo, tenía un cuerpo bien trabajado por el gimnasio.

Cuando vi que se pondría de nuevo sus pantalones, quité la mirada. Privacidad, Anastasia, privacidad.

¿Tienes una camiseta?.

—Si, en mi closet tengo varias de Nick.—Respondí sin voltear a verlo.

—Ya puedes voltear, tranquila.—Dijo y volteé lentamente.

Una pequeña Anastasia vestida de ángel suspiró aliviada al verlo con sus pantalones, la Anastasia vestida de diabla maldijo en voz baja al verlo vestido.

Todo controlado señores.

Me siento en la cama y lo veo caminar hacia mi closet. Abro los ojos de par en par al ver una camiseta de Amir, hace tiempo una chica me ensucio la camisa de café y el me presto la suya. Nunca más se la devolví y su olor sigue en esa camisa.

¿De quién es la camisa?.—Pregunta Jared.

—De un chico.

Polos opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora