Tentador.
Han pasado cuatro meses desde que llegamos a Inglaterra. Al llegar Dominick se contactó con un conocido para quedarnos en su hotel, ya que nada de esto había sido planeado. Estos meses hemos entrenado con Fabricio y puedo asegurar que sin ser sobrenatural, sabe muchísimo de nosotros.
Demasiado, diría yo.
Su hotel parece un castillo y me he dado cuenta que sus colores favoritos son rojo, blanco y dorado. Todo el castillo tiene esos colores y el jardín es el lugar más hermoso y tranquilo. Nuestro entrenamiento esta vez ha sido en el bosque, Fabricio tiene un bosque grandísimo y solo para el.
Cuando corrí todo ese bosque por primera vez, me sentí en casa. Me hizo recordar los buenos momentos que pasé con Emily, Rose y Luke.
Jared sin importar lo que sucedió también formó parte de esos momentos.
Anoche salí al bosque en la madrugada y decidí hacer una fogata. Sí, parecía una loca. Quería paz y tranquilidad, quería pensar en lo que haré cuando termine el entrenamiento que para decir verdad no falta nada para que eso ocurra.
Lo que no sabía que llegaría a pasar otra vez, sería perder el control. Hace tiempo que no sucedía y no sé por qué ayer quise explotar de la nada.
Si no fuera por Fabricio que llegó y trató de calmarme, en estos momentos su bosque estaría en llamas.
Hoy en la mañana me desperté y cuando baje a desayunar no lo ví por ninguna parte, ni en la cocina que es donde se la pasa la mayor parte del tiempo.
Nick ha mejorado mucho en su transformación y en controlarlo a la perfección. En sus transformaciones pasadas llegaba un momento en el que veía rojo y no reconocía a nadie.
Pero ya eso es cosa del pasado, ahora es el quien lo controla.
—¿Terminaste?.—Preguntó Nick asombrado y agotado.
Asentí.
—Hace cinco minutos.—El asiente y se sienta en el suelo, suspira un poco cansado.
—¿Quieres agua?.—Pregunté y le acerqué la botella de agua, el negó.
Cerró los ojos y al verlo tan tranquilo decidí preguntarle de nuevo.
—Nick.
—Dime.—Habla sin mirarme.
—¿Que sucedió aquella noche?.—Pregunte sin titubear.
Años atrás dudaba muchísimo en si preguntarle o no, al final siempre era la misma estúpida respuesta.
“No lo sé”.
Yo conozco a mi hermano y si me dice que no sabe es porqué no lo sabe, pero esta vez es diferente. Sé que él sabe algo y sé que por alguna razón no quiere decirme.
—No lo...
—No, otra vez no.—Lo detengo antes de que repita de nuevo lo mismo, abrió sus ojos y me miró fijamente.—Ya no soy una niña que se creerá tu cuento una y otra vez. Así que, dime en este momento que sucedió aquella noche. ¿Qué sabes acerca de nuestros padres?, él habló contigo antes de que sucediera todo.—Su cuerpo se tensa y se levanta del suelo.
—Ya te dije que no lo sé.
—Claro, lo mismo de siempre.
Nick abre la boca para hablar pero Fabricio interrumpe el momento.
—Hola chicos, ¿cómo van?.—Preguntó Fabricio.
—Ya terminamos.—Dije y Dominick asintió.
—Mañana tendrán su última prueba.
—¿No era en una semana?.—Preguntó Nick confundido.
—Si, pero preferí adelantarla.
—Vaya, ¿ya te quieres deshacer de nosotros?.—Le pregunté a Dominick y el sonrió.
—Son mis favoritos. Me mudare cerca de ustedes e iré a dónde ustedes vayan.—Nick sonríe al escuchar las palabras de Dominick.
Fabricio nieg varias veces.
—Vas a parecer un acosador, Dominick.
—¿Y?.—Fabricio rueda los ojos ojos escuchar su respuesta.
—¿Qué harán hoy?.—Pregunto Nick
—Yo iré a una organización de aquí para atender unos asuntos, me vendría bien ayuda.—Dice Dominick.
—Te acompaño no tengo nada que hacer hoy. ¿Y tú?.—Miró a Fabricio y el señaló su brazo.
—Me iré a tatuar.
Tentador.
Un tatuaje no me vendría mal.
—Yo también.—Al decir eso todos me miraron asombrados.
—No.—Habla Nick.
Sonrío y me cruzo de brazos.
—No te pedí permiso.
Dominick suelta varias carcajadas y Fabricio abre la boca asombrado.
—¿Nos vamos?.—Le pregunté a Fabricio y el asiente.
Ambos caminamos en silencio por el bosque y antes de salir de el veo una enorme área llena de acónito.
Eso podría matar a Miles.
—¿Por qué tanto acónito?.
—¿No te has dado cuenta?.
—¿De que?.
El suelta una risa.
—Hay acónito en toda la casa.—Lo dice con tanta tranquilidad, pude haber muerto.—Quedé perpleja, el continuó.—Dominick quería que en su última etapa de entrenamiento lograrán controlar el acónito a su antojo, al principio me preocupe por ustedes. Sin embargo, me sorprendió verlos actuar con normalidad.
Viví con el todos estos meses y nunca me dí cuenta y eso que yo me doy cuenta de todo.
Bueno, casi todo.
—Nunca me dí cuenta.—Dije con sinceridad.
—Y es raro, tu observas todo.
—Claro que no.—Me defiendo un poco apenada.
—Acéptalo, te concentras en observar todo. Eres un poco anormal.—Dice y por último se ríe.
Este anciano.
Al salir del bosque entramos al hotel que parece un castillo y buscamos las llaves del auto. Agarro mi bolso, mi celular y por supuesto dinero. Fabricio se adelanta y enciende el auto, me monto y al hacerlo comienza a lloviznar.
—¿Qué te harás?.
—Quizás tu cara.—Dije y observé las gotas caer por la ventana.
—¿Ah?.—Pregunto rápidamente.
—¿Ah?.
Este capítulo es corto, pero espero que te guste.
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Polos opuestos.
FantasyNo eran nada iguales, pero se amaban como si fueran idénticos. Eran tan opuestos, tan distintos. El no era el chico que ella imaginó para ella, era todo lo contrario. Ella no era la chica que el siempre soñó, el destino se divirtió uniendo sus camin...