El destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo.
Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!
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Ian mira a Lucy con desesperación antes de decir su nombre, pero Lucy niega con la cabeza mientras sigue caminando y Mary toma el brazo de su hijo con cariño.
Mary: Hijo, déjala asimilar todo lo sucedido, debe estar agotada emocionalmente con todo esto.
Ian: Pero tal vez me necesita, no quiero que esté molesta conmigo.
July: Ella no está molesta contigo, todo lo que ha pasado desde el accidente ha sido terrible y abrumador para ambos, pero necesita un poco de espacio.
Sarah: Sí, deja que esté sola un momento, además, no es como si fuesen a separarse por esto.
Ian: Ni lo menciones.
Mary: Bueno, vamos a descansar un poco y pensar en qué cocinaremos para el almuerzo.
Ian: No se preocupen, podemos pedir algo a algún restaurante.
July: No es necesario, podemos cocinar entre todos.
Sarah: Creo que no debemos incluir a Lucy en la cocina.
Todas sonrieron pero Ian solo logró mostrar una mueca como intento de sonrisa.
Ian se recuesta al lado de Lucy, quien se encuentra durmiendo, su respiración tranquila hace que él se relaje y sonría, luego de algunos minutos, él también se queda dormido.
Lucy siente un calor sofocante, lo que hace que comience a removerse poco a poco, cuando logra abrir sus ojos a pesar de querer seguir dormida, nota la razón del calor. Ian la mantiene abrazada de tal forma, que la cubre con todo su cuerpo, a poco de estar aplastándola.
Lucy: Ian.
Dice susurrando, y vuelve a repetir su nombre varias veces, hasta que Ian hace un sonido de molestia mueve su cabeza para esconder su rostro en el pelo de su esposa.
Lucy: Ian, sé que estás despierto, me estoy muriendo de calor.
Ian: Me estás despertando y no quiero abrir los ojos.
Lucy: Y tú me estás aplastando, ahogando y me siento mal.
Ian se mueve rápidamente, abriendo sus ojos y se inclina hacia ella preocupado.
Ian: ¿Estás bien?
Lucy: Ahora estoy recuperando el aire.
Dice ella mientras se deshace de las cobijas y se saca el suéter que llevaba puesto.
Ian: Lo siento, la verdad es que no me di cuenta cómo llegué a estar así contigo.
Lucy: Tranquilo.
Ella suspira y se queda mirando el techo. Ian la mira fijamente.
Ian: ¿Sigues molesta?
Lucy: No es molestia precisamente lo que siento.
Ian: ¿Y qué es lo que sientes?
El profundo suspiro de Lucy es todo lo que se escucha por algunos minutos.
Lucy: La verdad es que no sé ni cómo explicarlo.
Dice ella con pesar, el cual se ve reflejado en su rostro cuando levanta su mirada para conectarla con los ojos de su esposo. Él solo asiente y la observa por varios segundos hasta que se estira para tomar una libreta de la mesa de noche para ponerla frente a Lucy y ella frunce el ceño mirando hacia ésta.
Ian: Quizá esto te ayude un poco a derribar aquellas dudas que aún tengas.
Lucy: ¿Qué es eso?
Ian: Después del accidente, no me dejaron tener la agenda que utilizaba como algo parecido a un diario de vida... Sé que suena tonto, pero solía escribir allí algunos momentos de mi vida.
Él suspira antes de seguir hablando y levanta su mirada desde la libreta para observar el rostro de su esposa.
Lucy: No me parece tonto que tengas un diario de vida.
Le dice ella sonriendo y él le devuelve la sonrisa.
Ian: El punto es que, cuando desperté, no recordaba haber tenido un diario, pero necesitaba expresar todo lo que pensaba y sentía en aquel tiempo, y no podía desahogarme con mi familia y amigos porque me encontraba desorientado y tenía sentimientos encontrados, por lo cual, tomé esta libreta y comencé a escribir allí todo.
Lucy asiente, entendiendo lo que él le explica.
Lucy: Creo que es muy bueno que hicieras eso si no te sentías cómodo hablando con nadie.
Ian: Lo fue, y por eso quiero que lo leas.
Lucy: ¡¿Qué?! ¡No, por ningún motivo! ¡Eso es tu privacidad!
Ian: Es mi privacidad pero no me molesta que lo sepas, no veo nada de malo en ello, además, quiero que lo leas para que puedas entender que no hay forma de que lo del embarazo de otra mujer sea real, no conmigo de padre.
Lucy: No, no, no, no, no. De verdad que no es necesario, yo te creo, confío en que lo que me dices es cierto, no voy a leer tu diario.
Dice ella mientras niega con la cabeza y con su mano aleja la libreta que Ian dejó frente a ella pero él la detiene.
Ian: Necesito que leas eso. Siempre te he amado, desde que te conocí, te amé como amigo, tal vez eso se transformó o yo ni quise reconocer que era de otra forma porque en aquel entonces yo estaba con alguien más, pero siempre, siempre has sido tú, incluso sin memoria, siempre has sido y serás tú, no importa lo que pase, mi corazón es tuyo, así de simple.
Lucy siente que sus ojos están llenos de lágrimas contenidas.
Lucy: Y yo te amo a ti, siempre, aunque creyera que no tenía oportunidad cuando nos conocimos, o cuando te olvidaste de mí, que dolió como el infierno, pero todo el amor que siento seguía ahí, esperando por ti.
Dice ella con la voz quebrada e Ian derrama sus lágrimas primero, luego se acerca a Lucy y toma su rostro entre sus manos para besarla, se sumergen en un beso lleno de emoción por varios minutos, uniendo sus bocas y sus almas a la vez, pero, demasiado pronto para ellos, les faltó el aire y tuvieron que separarse, lentamente.
Ian: Si no quieres leer tú, yo te leeré algunas partes.
Lucy sonríe y accede. Ian se sienta y acomoda en el respaldo de la cama, e invita a su esposa para que se recargue en él.
Lucy: Estoy nerviosa de lo que vas a leer.
Ian: No es nada malo, ya vas a oír.
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Hola de nuevo! Han estado pasando muchas cosas por acá, así que desaparecí un poco otra vez, pero ya les traigo nuevo cap! Que lo disfruten! Espero leer sus comentarios!!
