Lucy se mantuvo mirando en la dirección por donde Ian había salido, pero la voz de sus amigas y el hecho de que la habían tomado para apartarla del grupo la sacaron de su asombro.
Annie: ¿Qué ha sido eso?
Janelle: ¿Qué ha pasado entre ustedes en la cocina?
Annie: ¡Cuéntanos!
Lucy agitó su cabeza de lado a lado. Ella escuchaba el interrogatorio de sus amigas pero seguía sumergida en el acontecimiento anterior.
Janelle: ¿No nos quieres contar?
Lucy: No es eso, no sé por qué él me besó ahora.
Annie: Bueno, porque te ama, eso escuchamos todos.
Lucy miró con el ceño fruncido hacia su amiga y está levantó las manos en señal de disculpa.
Lucy: Quiero decir que más allá de lo que dijo, no esperaba que me besara.
Dijo ella llevándose su dedo índice hacia sus labios para tocarlos y rememorando en su mente una vez más aquel beso.
Janelle: Nos hemos dado cuenta que no lo esperabas.
De un momento a otro, Lucy cerró los ojos porque se sintió mareada y estiró los brazos en busca de sus amigas y ellas instintivamente la tomaron para ayudarla.
Annie: Ahora sí, ¿qué ha sido esto?
Lucy: No lo sé, me he sentido mareada.
Janelle: ¿Estás ebria?
Ella negó con su cabeza y suspiró antes de abrir los ojos.
Lucy: No lo estoy, de hecho he comenzado a beber solo bebida hace un rato... Debe ser el cansancio, tal vez es hora de volver a casa.
Annie: Creo que es lo mejor, la verdad es que ya es tarde y probablemente aún no has descansado lo suficiente.
Ella asintió lentamente y las tres se fueron a buscar a Drew para despedirse.
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Al día siguiente, Lucy despertó por el insistente sonido del timbre de la casa y cuando abrió la puerta se encontró a un chico que le entregó un ramo de rosas y le hizo firmar un documento por la entrega. Ella entró con el ceño fruncido y llevó las rosas rojas hacia la cocina para buscar un florero, buscó alguna tarjeta pero no tenía nada. En ese momento su celular sonó y lo sacó para ver el mensaje entrante.
"¡Buenas tardes! Espero no haberte despertado... ¿Es muy tarde para invitarte a almorzar u ofrecerme a ir a cocinar para ti? En caso de que estés muy cansada. Te amo."
Lucy inevitablemente sonrió y suspiró, se llevó el celular al pecho y volvió a su habitación, se recostó en la cama y respondió a Ian.
"Buenas tardes. Me despertaron las hermosas rosas rojas, pero valieron la pena. Estoy agotada, si quieres puedes venir a cocinar, al fin y al cabo, es tu casa también."
Envió el mensaje y se mordió el labio inferior nerviosa esperando una respuesta, que no tardó en llegar.
"Eso sonó a que para ti es una obligación aceptarme en la casa porque es mía también... Si estás muy cansada y no quieres verme, puedes decirlo, o escribirlo en este caso."
Lucy sonrió y negó con la cabeza, luego decidió tomar la iniciativa de alguna forma y marcó el número de Ian, quien de inmediato contestó.
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Prueba del destino - Lucian -
RomanceEl destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo. Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!