El destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo.
Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!
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Ian llega a su casa de soltero y tira las llaves a la mesa junto a la puerta de entrada, luego pasa sus manos por su rostro con frustración y camina hacia donde escucha voces.
Sarah: Oh, oh. ¿Qué pasó?
Ian: ¿Qué haces aquí?
Dice pasando por su lado en busca de un vaso y tratando de evitar el tema.
Sarah: Vine a quedarme con mamá porque creímos que no volverías hoy.
Mary: ¿Qué pasó?
Ian: No quiero hablar de eso.
Comenta al mismo tiempo que se sienta al lado de su hermana y se sirve wiskey.
Sarah: No es bueno que bebas por estar enojado.
Ian: Me importa una mierda.
Dicho esto, levanta el vaso y se lo bebe por completo de una vez. Ambas mujeres presentes se dan una rápida mirada y luego lo observan servirse el siguiente trago. Mary suspira y decide hablar.
Mary: Si no nos quieres contar, no te obligaré, solo te digo que cuando perdiste la memoria Lucy estuvo bebiendo desmedidamente y no le fue muy bien. Espero no perder a mi hijo en tu proceso de desahogo, es preferible que hables.
Ian hace una mueca de disgusto y luego resopla.
Ian: No tenía idea de que ella estuvo bebiendo...
Sarah: No es algo de lo que ella o nosotras pudiésemos hablar contigo precisamente.
Ian solo puede suspirar, sabe que su hermana tenía razón.
Ian: Volviendo a lo anterior, la verdad es que no quiero hablar del tema, al menos no hoy, podría comenzar a llorar sin poder detenerme.
Ambas asienten con la cabeza y Sarah busca un vaso para acompañar a su hermano. Comienzan a conversar y a los pocos minutos el celular de Ian suena haciendo que los tres se volteen a mirar el aparato con la esperanza de que sea Lucy, pero es un mensaje de Drew.
"¿Va mañana la fiesta o se quedarán encerrados en casa?"
Ian cierra sus ojos y inspirando profundamente antes de responder.
"Yo estoy en mi casa de soltero en este momento. Creo que la fiesta debería ser en tu casa."
Ian bebió junto a su familia hasta que se sintió ebrio y se dispusieron a ir a dormir.
Al día siguiente, Ian se levanta con una resaca terrible, necesita con urgencia algo para saciar su sed y terminar con el dolor de cabeza que no le permitió seguir durmiendo. Llega a la cocina, donde se encuentran sentadas su madre y hermana.
