El destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo.
Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!
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*Escena retrospectiva
Ian entra a la cocina y ve a Lucy cargando un pastel de cumpleaños enorme.
Ian: ¡Oh no! ¡De ninguna manera lo podrás llevar hasta afuera! Deja eso allí.
Dice él mientras se acerca a ella para quitárselo de las manos y dejarlo en la encimera.
Lucy: Pero ya es hora de partir el pastel, ni modo que lo lleves tú.
Ella dice haciendo un puchero e Ian niega con su cabeza sonriendo, pasa sus brazos alrededor de la cintura de Lucy y ella sube sus manos por el torso de él para entrelazarlas en la parte posterior del cuello de Ian.
Ian: Conseguiremos que mi madre junto a Sarah lo lleven hacia el patio.
Lucy: Está bien, voy por ellas.
Dice ella intentando apartarse un poco de Ian para ir en busca de su suegra y cuñada, pero él lo impide y se inclina para llegar a su boca y allí susurrar.
Ian: Luego vas.
Lucy: Pero se hará tarde.
Ian: Bueno, es mi cumpleaños y deseo que me des un beso, ahora.
Lucy: Eso puede esperar.
Dice ella sonriendo.
Ian: No, no puede, ni siquiera quería una fiesta tan grande, sabes que preferiría que estuviésemos solo tú y yo, para poder besarte todo lo que se me apetezca y nadie pueda interrumpir como lo han hecho durante toda la tarde.
Lucy: Deja de quejarte, no son tantos invitados, solo tu familia y amigos.
Ian: Para mí, todos ellos son muchos, ahora dame el beso que he querido darte durante toda esta celebración.
Lucy sonríe aún más y roza suavemente su nariz en una caricia.
Lucy: Solo te besaré porque eres el cumpleañero.
Ambos ríen.
Ian: No te hagas de rogar.
Dice él y decide terminar con la pequeña distancia para besarla de una forma tierna y profunda a la vez. Se acarician mutuamente por un par de minutos hasta que son interrumpidos.
Mary: Lo siento, no quise molestar, pero creí que te había pasado algo al ver que te demorabas tanto.
