El destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo.
Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!
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Ninguno aguantaba más el estar tan cerca sin tocarse. Ian se inclinó y Lucy se estiró para poder llegar a los labios de él. El primer roce fue muy sutil, pero apenas notaron que el otro correspondía el acto, ambos pasaron a besarse con desesperación. Sus respiraciones se descontrolaron, ambos se estremecieron y siguieron un beso lento e intenso al mismo tiempo, saboreando la boca del otro y sonriendo a momentos. Lucy llevó su mano izquierda al pecho de Ian para acariciarlo y su mano derecha a su nuca para exigir cercanía. Por su parte, Ian llevó su mano izquierda a la espalda baja de ella para acercarla lo más posible a su cuerpo y con su mano derecha acariciaba su rostro. Ambos se sentían en otro planeta y comenzaron a mover sus manos lentamente recorriendo y acariciando el cuerpo del otro, las sensaciones estaban a flor de piel y los sentimientos fluían intensamente. Lucy había esperado tanto por ese beso que parecía irreal, pero la realidad llegó luego de varios minutos, cuando Ian se sintió abrumado y se despegó de forma rápida de ella. Por su parte, Lucy estaba sorprendida debido a la repentina actitud de Ian. Se miraron intensamente, ambos con mezclas de emociones, y luego un carraspeo les hizo voltearse hacia la entrada de la cocina. Allí estaba de pie, mirando a ambos, la que había sido la última novia de Ian antes de estar con Lucy. Él se puso nervioso y dio un paso en dirección hacia la que para Lucy era una intrusa en el lugar.
Ian: No es lo que parece.
Dijo él levantando la mano para intentar calmarla. La mujer frunció el ceño sin comprender de inmediato, pero la exclamación de Lucy hizo que desviara su mirada.
Lucy: ¡¿Qué?!
Ian también se volteó hacia ella, quien estaba encolerizada y él trató de excusarse también con ella.
Ian: Es que...
Lucy recordó que él había perdido la memoria y comprendió que lo más probable es que pensara que seguía teniendo una relación con la mujer que los miraba atentamente. Levantó la mano y lo interrumpió.
Lucy: ¡Esto debe ser una broma! ¡Suficiente para mí!
Dijo ella antes de salir a paso rápido de aquel lugar. Ian la iba a seguir pero se quedó para hablar con Sabrina.
Ian: Yo, lo siento, hace tiempo que no hablamos y...
Sabrina levantó su mano derecha para interrumpir a Ian también.
Sabrina: ¿Crees que estamos juntos?
Ian: ¿No lo estamos?
Preguntó él confuso y la mujer negó con la cabeza al mismo tiempo que reía con amargura.
Sabrina: Aún cuando pensabas que estamos juntos te besaste con ella. ¡Es impresionante! No, no estamos juntos.
Ian sintió un alivio enorme ante aquella declaración aunque también lo confundía. En ese momento entró Sarah totalmente preocupada y los miró a ambos antes de fijar su atención en Ian y comenzar a hablar.
