Lucy: Ian... Ian... Amor, despierta...
Repitió ella durante varios segundos que le parecieron eternos, al mismo tiempo que remecía suavemente a Ian. Él despertó agitado y desorientado, se sentó en la cama y llevó sus manos hacia su cabeza, notando que había sudor en su frente. Suspiró profundamente y miró hacia su lado cuando Lucy puso una de sus manos en su brazo para llamar su atención.
Lucy: ¿Fue una mala pesadilla?
Ian hizo una mueca para corroborar sus palabras y asintió con la cabeza.
Lucy: Me tenías nerviosa, desperté con tus sollozos y tuve que encender la lámpara para confirmar que estabas dormido y por más que te llamaba intentando despertarte, no lo hacías.
Él se movió para abrazar a Lucy, se aferró a aquel abrazo con todas sus fuerzas y ella correspondió el acto al instante.
Ian: Fue horrible.
Lucy: Si no quieres hablar de ello, no lo hagas.
Ian: No quiero perderte, nunca.
Lucy frunció el ceño e intentó separarse de él, pero no la dejó, la abrazó más fuerte, si es que eso fuese posible y ella entendió que eso era lo que realmente necesitaba.
Lucy: No lo harás, todo está volviendo a la normalidad, no quiero separarme de ti jamás.
Ian suspiró y asintió.
Ian: De verdad no sé qué haría sin ti, estos meses han sido espantosos sin estar a tu lado y ahora que hemos vuelto no quiero que nada se interponga entre nosotros, no quiero que nada nos separe.
Lucy: ¿Tienes miedo de algo en específico?, porque la verdad es que no tengo ninguna intención de alejarme de ti.
Ian suspiró una vez más y se separó lentamente de ella para mirarla a los ojos.
Ian: He tenido la misma pesadilla desde hace algunas semanas. Estamos ambos, en el mismo auto en el que ocurrió el accidente y nuevamente sucedía, pero esta vez, tú no sobrevivías.
Dijo él mientras lágrimas recorrían sus mejillas. Lucy no sabía qué decir ni cómo reaccionar, solo podía sentir una presión fuerte y desagradable en su pecho. Pasaron algunos minutos en silencio, solo observándose el uno al otro, con amor y temor reflejados en sus rostros.
Lucy: Eso no sucederá.
Dijo ella con convicción.
Ian: Eso no lo sabes... Tal vez es una tontería, pero no puedo evitar tener miedo, y el hecho de que no vayas al médico me pone histérico porque pienso que puede ser una señal esto de las pesadillas.
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Prueba del destino - Lucian -
RomansaEl destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo. Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!