Capítulo 51

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Lucy: No es eso, yo solo...

Ella comenzó a retorcer sus dedos con nerviosismo al sentir los dos pares de ojos sobre sí.

Ian: Necesito tener claridad respecto a eso, Lucy.

Lucy: No es que no quiera que lo sepan, pero no quiero que lo publiquen. Se supone que vamos a tomarlo con calma y mi intención es comentarle todo a mi madre, ser yo quien le diga lo que está sucediendo.

Dijo con el rostro lleno de preocupación y súplica. Ian suspiró profundamente y asintió.

Ian: Está bien.

Él aceptó con resignación y ella le sonrió en agradecimiento. Luego se acomodó una vez más para comenzar a ver la película.

La tarde pasó lentamente para Ian y Lucy. Para él, porque no podía dejar de pensar en que su esposa no quería que las personas supieran que están juntos, y a pesar de entender que quisiera ir con calma y ella misma contarle todo a su madre, no podía evitar sentirse triste, preocupado e inseguro a la vez. Por otra parte, Lucy sentía la tensión en el ambiente y quería hablar con Ian para aclarar todo porque sentía que no había sido suficiente su fundamento anterior. Rieron y comentaron la película pero las interacciones se hacían a través de la presencia de Sarah, quien tampoco estaba disfrutando completamente del momento por estar en medio de ambos.

Luego de cenar, Ian y Sarah le ayudaron a Lucy a limpiar y ordenar todo.

Sarah: Bueno, yo ya me voy, es tarde y quiero pasar a ver a mamá antes de irme a dormir.

Ella dijo levantándose del sofá e Ian imitó su gesto.

Ian: Sabes que puedes quedarte con ella si quieres.

Lucy: ¿Tú también te vas?

La expresión de su rostro alivió un poco al corazón de Ian, se notaba que ella no quería que se fuera.

Ian: Sí, aprovecharé que Sarah vino en auto para que me lleve.

Lucy asintió y se levantó también para acompañarles hacia la puerta, donde rápidamente Sarah la abrazó.

Sarah: Muchas gracias por todo. Estamos en contacto.

Lucy: Gracias a ti por la visita.

Ambas sonrieron y Sarah le dijo a su hermano que lo esperaba en el auto.

Lucy: Ian, yo... Respecto a lo de no hacerlo público...

Dijo ella nerviosa e Ian negó con la cabeza.

Ian: No es necesario que me des más explicaciones. Te dije que voy a tomarlo con calma por ti... pero si hay algo que yo deba saber, dímelo, no quiero estar solo en esto.

Lucy: ¿Por qué dices eso?

Frunció el ceño e Ian suspiró antes de decir todo lo que había pasado por su cabeza en esas horas.

Ian: Porque no quiero que te sientas obligada a intentar que nuestra relación funcione. Sé que destruí los papeles del divorcio, pero fue en un arrebato por no rendirme contigo... Ahora no es la misma situación, hemos conversado de todo y no seríamos la primera pareja que se divorcia. No te sientas forzada por mí, por ti misma, por nuestras familias y amigos, mucho menos por los medios de comunicación, en seguir con una relación que no quieres.

Lucy: Yo no me siento forzada a nada.

Ian se acercó a ella para tomar sus manos entre las suyas y mirarla directamente a los ojos, acto que hizo revolotear las mariposas dentro del estomago de Lucy.

Ian: Yo te amo, lo sabes... Y tú me amas, lo sé... Pero a veces el amor no es suficiente y si no te sientes cómoda conmigo o el intentar que nuestra relación funcione no te hace bien, debes decírmelo.

Lucy: ¿Quieres que lo dejemos?

Ian: ¡Por supuesto que no! Solo quiero que sepas que tienes opciones, que si no quieres estar conmigo puedes decirlo sin problema, que no te detenga el hacerme sufrir, porque ambos seremos infelices si el hecho de estar conmigo a ti te hace infeliz.

Lucy: No soy infeliz a tu lado.

Ian: Pero sufriste mucho a mi lado también.

Lucy: Pero ese no eras tú precisamente... Bueno, incluso en ese entonces yo te seguía amando y creo que eso significa algo.

Ian sonrió y asintió para luego acariciar brevemente la nariz de Lucy antes de tomar sus manos.

Ian: Eso es porque eres bastante terca.

Lucy: Lo dice quien a pesar de no tener memoria se enamoró de su esposa.

Sonrió ella también e Ian comenzó a reír.

Ian: Tienes razón.

Ambos suspiraron.

Lucy: Podrías quedarte.

Ian miró en dirección al auto de su hermana y luego se volteó hacia Lucy.

Ian: No creo que sea buena idea, necesitas descansar y Sarah me está esperando.

Lucy asintió y bajó la mirada a sus manos, no quería soltarle, pero Ian las quitó para llevarlas al rostro de ella y levantar su rostro.

Ian: ¿Qué pasa?

Lucy: No quiero que te vayas enojado.

Ian: No me estoy yendo enojado.

Lucy: Quiero que te quedes.

Ian: Pasamos la tarde juntos y debes descansar.

Lucy: Descanso mejor entre tus brazos.

Ian: Y yo prometí no besarte hasta que tú lo hagas.

Lucy frunció el ceño una vez más mientras se sostenían la mirada.

Lucy: ¿Y eso qué tiene que ver?

Ian: Que si me quedo no podré cumplir esa promesa. No me voy enojado, entiendo que quieras contarle a tu madre lo nuestro y que iremos lento, pero no me pidas que me torture a mi mismo durmiendo a tu lado y aguantarme las ganas de besarte como ahora.

Lucy miró hacia los labios de Ian y tragó saliva, él sonrió y besó su frente antes de separarse de ella.

Ian: Con calma.

Lucy resopló y asintió haciendo que Ian sonriera, lo cual hizo que ella le devolviera la sonrisa.

Ian: ¿Almorzamos fuera mañana?

Lucy: Sí.

Ian: Te llamo entonces.

Lucy: Buenas noches.

Él se despidió con la mano y se fue.

                Él se despidió con la mano y se fue

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Espero sus comentarios! Nos leemos pronto.

Buenas vibras.

Prueba del destino - Lucian -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora