Capítulo 2

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                Tres días pasaron desde el accidente sufrido por Ian y Lucy. Sus familias y amigos estaba muy preocupados y al pendiente de la evolución de ambos, iban a la clínica o llamaban constantemente para saber qué pasaba.

Julie, Maggie y Sarah se encontraban en la habitación donde descansaba Lucy.

- Juro que me voy a volver loca si los médicos no hablan con nosotros. Solo se dedican a entrar, revisar estas malditas máquinas y sedar a mi hija.

Decía Julie al mismo tiempo que se paseaba de una lado a otro dentro la sala, pasando sus manos por su cabello. Sarah se acercó a ella y la llevó al sofá para intentar tranquilizarla.

Sarah: Debes intentar tranquilizarte. Te entiendo y lo sabes, yo también siento que voy a enloquecer, ellos realmente se merecían algo mejor que esto. ¡Por Dios, no llevaban ni un día de casados!

Dijo con lágrimas en sus ojos y Julie no pudo contener más las suyas al momento de abrazar a Sarah buscando consolarse la una a la otra.

Lucy escuchaba las voces lejanas de su madre y Sarah, quería entender lo que decían pero no podía, se sentía letárgica, como si no pudiese moverse. De hecho, estaba intentando con todas sus fuerzas desde algunos minutos abrir sus ojos pero algo lo impedía y ya comenzaba a desesperarse. Sintió la mano de alguien que sostenía la suya y ella la apretó, o eso intentó.

Maggie: ¡Oh por Dios! ¡Lucy ha movido su mano!... Ella está intentando abrir sus ojos.

Dijo luego de mirar el rostro de su hermana ante la emoción de sentir su leve movimiento, creía que era una señal para que ella supiera que estaba bien.

Julie y Sarah se levantaron de inmediato del sofá y se acercaron a la camilla donde se encontraba recostada Lucy.

Sarah: Iré por un médico.

Dijo ella saliendo de la sala, Maggie y Julie se abrazaron pero sin despegar la mirada de Lucy. Ésta, comenzó a mover sus ojos con más frecuencia hasta que al fin los abrió, pero de inmediato los cerró, la luz le molestó enormemente. Ella quiso hablar y no pudo, carraspeó y en ese momento Julie dejó de abrazar a Maggie para acercarse a Lucy con un vaso de agua, su hermana movió lo que debía para cambiar la posición de la camilla donde se encontraba para que quedase más cómoda.

Julie: Mi amor, tranquila, no te esfuerces en abrir los ojos, ¿Necesitas agua?

Lucy susurró un débil "Sí", pero fue más que suficiente para que Julie y Maggie alzaran sus esperanzas. Su madre le dio de beber y Lucy sintió alivio, se preparó para hablar, aunque con dificultad, lo logró.

Lucy: ¿Dónde estoy?

Julie y Maggie se miraron entre sí y no sabían qué decir.

Prueba del destino - Lucian -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora