Lucy: Bueno, tú sabes todo el tema de inseguridad en mí respecto a mi cuerpo. De pronto me encuentro con que he bajado mucho de peso en las últimas semanas viéndome fatal y ahora nuevamente podría cambiar haciéndome subir mucho... Pero eso es lo de menos.
Ian: No lo es, y es bueno que vayamos a ver al psicólogo, es muy necesario para el miedo de ambos y el tema de tu inseguridad, creo que no estás bien y me preocupas.
Lucy hace una mueca, no le gusta la idea de ir nuevamente a un psicólogo, a pesar de que sabe que es necesario.
Lucy: Digo que es lo de menos porque la real razón para no querer que me mires o toques el vientre es por el miedo... El miedo a que pase lo de la vez anterior, te dije que no quiero encariñarme, y me siento algo histérica al respecto.
Ian se acerca para abrazarla y ella aprovecha para acurrucarse en su torso.
Ian: No sé qué decirte para que estés tranquila, pero necesito que entiendas que estoy aquí con ustedes y pase lo que pase, yo siempre te amaré y estaré para lo que necesites.
Él le dio un beso en la cabeza y Lucy lo abrazó con fuerza.
Lucy: Esto es todo lo que necesito, en tus brazos me siento a salvo.
Ian: Me encantaría que el abrazarte pudiese salvarte de cualquier cosa.
Lucy: Me salvaste con lo del accidente y siempre me has dado seguridad cuando estamos así.
Se quedaron en silencio por algunos segundos mientras Ian acariciaba el pelo de su esposa.
Ian: Debería llamar a Sarah para decirle que estoy atrasado.
Lucy solo hizo un sonido como contestación. Ian frunció el ceño y levantó su rostro para ver sus ojos adormecidos.
Ian: Tienes que estar bromeando.
Dijo sonriendo y Lucy abrió los ojos exageradamente.
Lucy: ¿Qué?, ¿de qué?
Ian: Te acurrucaste por algunos segundos en mí y ya te estás quedando dormida.
Dijo él riendo y negando con la cabeza, ella le da un breve golpe en el pecho y vuelve a su posición anterior para buscar el calor de su cuerpo.
Lucy: No te rías, sabes que este embarazo me tiene con mucho sueño y anoche no pude dormir porque no estábamos juntos.
Ella le reprochó aunque en su voz somnolienta se oía un tinte de diversión.
Ian: Bueno, bueno, ya he dicho que eres una holgazana.
Lucy: ¡No lo soy!
Dijo ella intentando sonar más fuerte pero sentía cómo el sueño la iba atrapando.
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Prueba del destino - Lucian -
RomanceEl destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo. Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!