El destino pone a prueba el amor, a veces los sentimientos no son tan fuertes como para superar todo.
Historia de Ian Harding y Lucy Hale, solo ficción!
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Ian dirige su mirada hacia el rostro de Lucy y le sonríe.
Ian: Yo jamás podría molestarme por esto mi amor, solo estaba pensando que necesitaré una ducha fría porque de verdad me había encendido muy rápido contigo y el que estés tan cerca no me ayuda a tranquilizarme.
Lucy se aleja rápidamente y se recuesta sin rozar sus cuerpos.
Ian: Tampoco hay que exagerar eh.
Dice él ante la acción de Lucy y se acerca para darle un breve beso en los labios antes de levantarse e ir al baño. Ella suspira profundamente y quiere gritar por la frustración que le provoca no estar de la forma en la que quiere con Ian, pero el miedo a que algo malo le pueda suceder al bebé que está creciendo en su vientre es mayor a su deseo por su marido.
Una vez Ian vuelve a la habitación, le pide a Lucy que se acerque nuevamente a él a pesar de que ella cree que no es conveniente.
Ian: ¡Oh, vamos! No puedes prohibirme abrazarte, eso no le hará daño a nuestro bebé.
Lucy: No estoy diciendo que le haga daño, es por el hecho de que no puedo mantenerme tranquila contigo tan cerca de mí.
Ian: Tampoco es como que sea tan irresistible. De verdad necesito abrazarte y darte mucho amor.
Lucy suspira y se acerca a su cuerpo para que él la abrace de la manera cariñosa y protectora en la que se dormían siempre.
Ian: Ojalá que el hecho de que hicimos el amor anoche no le afecte en nada a esta criaturita.
Dice Ian al mismo tiempo que acaricia el vientre de Lucy, ella lleva sus manos sobre las de Ian.
Lucy: Estoy intentando no estar aterrorizada por eso.
Ian: Vamos a tranquilizarnos porque eso de tantas emociones en tan pocas horas probablemente no te hagan bien a ti ni a nuestro bebé. De todas formas, no lo sabíamos y ahora que ya sabemos de su existencia, estamos tomando las precauciones correspondientes.
Ian comienza a acariciar el pelo de Lucy luego de que ella asiente con su cabeza respecto a la conversación que mantenían.
Ian: Aunque me muera de ganas de hacerte el amor, podría esperar 9 meses si es necesario para que nuestro bebé esté bien.
Lucy sonríe a pesar de que él no puede verla.
Lucy: No te creo nada.
Ian: Es verdad. Estuve mucho tiempo lejos de ti y claro que quiero que estemos juntos de todas las formas posibles, pero hay alguien que vive dentro de ti y es el momento de cuidarle, puedo soportar lo que sea por ustedes, siempre y cuando estemos juntos.
Lucy: Me encantaría poder decir lo mismo, pero no sé cuánto tiempo pueda resistirme a lanzarme sobre ti.
