04- Convivencia

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Sofi y yo estábamos caminando hacia el establo. es enorme el campo, en frente estaba la casa, del lado de la izquierda, estaban las vacas y algún que otro caballo, más atrás estaba la cosecha de trigo y maíz. A la derecha había un pequeño bosque (que con lo curiosa que soy tenía ganas de ver que más había detrás de ese bosque).

No muy atrás de la casa estaba el establo. Hermosos caballos negros, marrones, blancos, con manchas, etc.

-Ella es Alicia, es mi yegua.-un caballo blanco con una mancha negra en la cabeza y en las patas- ella es Larissa, es de mi madre.-caballo blanco con manchas marrones en varias partes del cuerpo.-Él es Black, es de Juan.-caballo marrón oscuro con una mancha color crema en el ojo.- después tienes los otros caballos, puedes elegir el que prefieras.

Fui establo por establo y me llamó la atención una yegua marrón claro, la cresta  un marrón un poco más oscuro con un mechon claro color crema, era hermosa.

-Ella aún no tiene nombre, la trajeron ayer y...es un caballo salvaje, hasta ahora nadie a podido montarla.

El caballo en un momento me mira y se tranquiliza, parecía que me miraba a los ojos, como si se comunicará conmigo.
Logró acariciarla, era muy suave, la yegua baja la cabeza de forma que pueda tocar su ocico.

-Wow, par ese que le caes bien, entonces...como se debería llamar.

-Itzel...me gusta ese nombre..era el nombre de una vieja amiga que...murió en un accidente.

-Me parece una buena forma de honrarla..y..lo siento.

-Tenía 5 años, no la recuerdo muy bien, no te preocupes.

Saque a Itzel y me monté en ella.

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Ya habíamos pasado tanto tiempo montando que no nos dimos cuenta que estaba oscureciendo.

-Mejor volvamos.— dijo sofi.

-Te molesta si me quedo un rato más? —agregue.

-No, claro que no. Te espero en la casa entonces.

-Ok.

Cabalgando con Itzel del llegué al bosque, no lo pensé para adentrarme allí.
Detrás de todos esos árboles se encontraba algo hermoso, un lago con un pequeño puente, una mini-cascada en el lago, que conectaba con un angosto rio, que quien sabe donde llegaba. Todo un Prado de flores diversas y del otro lado del puente, en el fondo, un árbol enorme, con muchas ramas alrededor, pero en una de ellas había una sombra algo extraña. me baje de Itzel y camine con mucho cuidado (y mucha curiosidad) hacia el árbol.

-¿Juan?—pregunté confundida.

-Mi padre, el se fue. Ya estaba separado de mi madre, pero ayer se fue a México, a vivir allí, nos abandonó...mi abuelo tenía razón, mi padre es una farsa.

¿Eh? ¿de que está hablando? ¿el profesor Marcos se había ido? no entiendo.

-¿De que hablas Juan? no te entiendo.

-¿Como se lo diré a Sofi? se lo prometí a mi abuelo, no dejaría que nada dañara a mi hermana. Esto la lastimara, mucho.

Era sorprendente, la primera vez que veía a Juan de esa manera.

-Lo he notado, tu y sofi están muy unidas últimamente...ayúdame...

¿Me pidió ayuda? ¿a mi? ¿por que?

-¿Que?.—otra ves confundida.

-Yo le diré a Sofi lo de nuestro padre. Tu..intenta animarla...

Amor y Odio |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora