Amor y Odio |EN EDICIÓN|

Fiesta y Sorpresas inesperadas

-¿Que...demonios?.-exclamo Ximena y en menos de un segunto todos estaban aplastandola, literalmente.

-Feliz cumpleaños hija.-la felicito su padre.-pero...¿Porque tardaron tanto?.-pregunto este matandome con la mirada.

-No me mire asi, la culpa la tiene su hija por tardar tanto en decidir que ponerse.-oh Juan, eres valiente al hacer eso...-por favor, no me mate.-dije colocandome detras de Ximena.

-Mi heroe...-dijo ella sarcastica.

-Yo no quiero que mi hermana este con un cobarde.-dijo Nathan fulminandome con la mirada, yo lo hice igual.

-Ah?

-Y yo no quiero que mi hermana este con un amargado.-dije yo mientras Ximena nos miraba confundida.

-¿Que?.-pregunto ella.

-Al menos no soy un cobarde y ella puede sentirse segura conmigo.-dijo el fruciendo el ceño.

-Al menos no soy un amargado y ella se divierte conmigo.-contraataque.

-¡Sera mejor que te calles, mocoso!

-¡Mejor callate tu, tarado de primera!

-¿Que se supone que es esto?.- pregunto Sofi mirandonos, al igual que el resto.

-Nate..Juan...-llamo Ximena pero nosotros seguiamos matandonos con la mirada. Ella suspiro.- no pienso gritar hoy, vamonos.- tomo a Nathan de la muñeca y luego tomo mi oreja para comenzar a caminar a la terraza.

- Auch, auh, auch...¡Ximena, eso duele!.-exclame y ella me solto fulminandome con la mirada.

-Ja, ensima marica...-dijo Nathan pero se callo en cuanto Ximena lo miro de la misma manera que a mi.

Antes de subir a la terraza Ximena entro a su habitacion.

-Vallan arriba con los demas, yo subo en seguida.-dijo ella y nos cerro la puerta en la cara.-¡Ahora!.-exclamo desde adentro y nosotros rapidamente subimos.

Xime POV:

Una vez que escuche que ellos subieron suspire y comence a caminar en mi habitación buscando eso.

-Donde mierda lo habre dejado.-dije ya desesperada.

Recorde el cuarzo de arco-iris que me regalo Juan y lo saque de mi bolso, colocandolo en mi escritorio donde tengo varios adornos por el estilo, cada uno con su significado especial para mi.

Y mirando donde menos me lo esperaba, alli estaba...la pulcera que me regalo mi abuelo hace ya 10 años en mi cumpleaños numero cuatro.

Era una pulcera plateada simple, pero muy bonita, cuando era pequeña me quedaba demaciado grande, por eso unicamente lo usaba en mi cumpleaños.
La pulcera tiene cuatro pequeños dijes con forma de estrellas, en el medio de las cuatro estaba colgando un dije de corazon con mi nombre grabado.

Me coloque la pulcera y subi a la terraza, saludando a todos mis tios y primos, en cuanto vi a mi abuela corri a abrazarla.

-¿Como esta mi nieta favorita?.-pregunto ella abrazandome.

-¡Abuela!.-exclamaron Zoey y mis otras tres primas, Bianca y Laila, las gemelas de 15, y Francesca, la mayor entre todas, de 18 años.

-Shh..ustedes se callan, es mi cumpleaños.-dije yo sacandoles la lengua.

-¡Que inmadura! ¿Ves abuela? Yo soy mas madura que ella.-dijo Fran haciendo puchero.

-¿Quien es la que tiene 18?.-pregunto mi abuela divertida. Por eso te amo, abu..