Juan POV:
-¡¿Sam?!.-exclamaron Ximena y Sara al unísono.
-Oh, hola Sara.-saludó este mismo.
-¿Se puede saber que haces aquí, Sam?.-preguntó Ximena con una sonrisa en su rostro.
-¿Se conocen...?- preguntamos Sara y yo asombrados.
-Si, éramos compañeros de clase durante la mayor parte de la primaria.-explicó Sam.
Ahora lo recuerdo, Sam es el hermano mayor de Sara, el cual siempre me cayó mal...
-Y es un gusto volver a ver a mi amorcito.-continuó él, abrazando por los hombros a Ximena.
Y ahora me cae peor.
¡¿Amorcito?! ¡¿Pero quién se cree este idiota!?
Ximena POV.
No me molesta en lo absoluto que Sam me abrace o me llame de esa manera, antes solia hacerlo todo el tiempo. Solía ser algo asi como un amigo.
¿Porque algo así?
Simple, nos llevábamos bien, pero solo éso...no nos teníamos la confianza suficientemente necesaria para llamarnos amigos pero si alguno necesitaba algo del otro siempre estábamos, por eso "algo asi como amigos".
-Oh, Sam él es Juan, un amigo y..compañero de casa.-dije susurrando lo último esperando cualquier comentario de parte de Sam.
-Ohh, ¿entonces ya vives con una chica, niño galleta? Y una muy bonita, por cierto.- yo reí ante lo que dijo y...
Momento.
¿"Niño galleta"?
-¿Que quieres decir con "niño galleta"?.-pregunté al ver como Juan fulminaba con la mirada a Sam.
-¿No lo sabías? De pequeño a él le encantaban las galletas y siempre estaba tras mis hermanas, Sara.-la señalo.- y la mayor, Summer, ya que ellas solian preparar.
-Ya..ya veo...-murmure.-Entonces, ¿Juan esta detras de las chicas desde siempre?.-pregunté alzando una ceja a su dirección.
-Asi es, recuerdo que hace algunos años cuando una de sus novias lo dejó fue a 'llorarle' a Sara..-dijo Sam entre risas.
-¿Sabes? No hace falta que le cuentes mi vida a ella.-dijo Juan claramente molesto.
Hmm...molestarlo un rato no estaria mal, ¿Verdad? Se lo merece despues de todo.
Abracé a Sam por la cintura correspondiendo algo tarde a su abrazo.
-Es cierto, no me interesa que me cuentes su vida.-mire serio a Juan.- mejor vallamos a algun lado.- dije sonriendole a Sam.
-De acuerdo, ¿Que tal si vamos por unos helados?.-preguntó él y yo asenti con la cabeza.
De reojo observé a Juan y el estaba que ardía de furia.
¿No te estás aprovechando del hecho de que le gustas?
Tal vez, pero se lo merece.
Es decir, de la nada dice que le gusto pero mientras tanto coquetea con otras chicas, el muy...Estás celosa.
¡No lo estoy!
Bah..estoy discutiendo conmigo misma....
-¡Entonces vamos!.- exclamó Sam sacandome de mis pensamientos y lo seguí.
Juan POV.
Sam Parker, juro que si no fuera porque Sara y Ximena estaban presentes ya te hubiera extrangulado, para luego cortar tu cuerpo en miles de pedacitos y darselos de comer a los perros callejeros, para que ellos lo vomiten y eso se lo coma un gato, el cual lo re-vomite y se lo coman las moscas, las cuales son usadas para un experimento tan fracasado con tu y...
-Woah, si que se enojó.- habló Sara para sacarme de mis pensamientos psicopatas.
-¿De que hablas?.-pregunté confundido. Ella solo negó con la cabeza soltando una pequeña risilla.- bueno, eso ahora no importa. Hay que seguirlos y ver lo que hacen.-dije serio arrastrando a Sara conmigo a mi super misión de detective detectivescamente detectivesco "Separar al PatasDePollo de mi Ximena".
Deja de decir estupideces, Juan...
Como sea.
*** ***
Ya llevamos más de una hora siguiendolos....tengo hambre.
-Eres increible, Sam..-dijo Ximena entre risas.
Mierda, no se de que hablan.
-Entonces..¿me acompañas?.-le pregunto Sam ofreciéndole su mano.
-Por supuesto.-dijo ella con una sonrisa aceptando su mano y ambos se alejaron.
-Ya traje las...
-Se están alejando, vamos.- volví a arrastrar a Sara, quien volvió de comprar unas papas.
Suspiró.-¿Tanto te gusta esa chica?.-preguntó mientras nos escondiamos detras de unos arbustos cerca de donde estaban.
-Asi es..-dije con una sonrisa.
-Cosita...mi pequeño Juan se enamoró.- dijo ella fingiendo ternura.
-¡Callate, no estoy enamorado!.-exclame en un susurro molesto. Carajo.-Solo me gusta..mucho.-me escuse.
-Si, claro..-dijo ella irónica.
Fulmine con la mirada a Sara y me sente en el sesped de brazos cruzados.
-No me mires asi, Rayita.- se ¿burlo? Ella.
-¿Rayita?.-pregunté confundido. Ella negó con la cabeza y llevo una papa a su boca, y yo volvi mi mirada a Ximena.
En mi celular comenzo a sonar "rap god" de eminem, indicando que me llego una llamada y atendi sin mirar el nombre en la pantalla.
-¡Deja de estar espiando, estúpido!.-gritó Ximena, mire hacia su dirección y ella tenía el celular en su oreja mientras fulminaba con la mirada en donde nos encontrabamos.
Si esperar respuesta cortó la llamada y se alejó junto a Sam, lo que causo que Sara rompiera en carcajada.
-Eso fue ¡Epico!.- y volvio a reir...
-Ya callate.- bufe.
Me puse de pié y volví a la casa, de todas formas, de seguro Ximena vuelve dentro de un rato.
*** ***
¡Todavía no llega!
Ya son las 18:36 de la tarde, Sara se fue hace una hora y Ximena todavía no vuelve.
Mi madre junto a Laura y los enanos fueron a cenar, las primas de Ximena ya se fueron y Sofi se quedo en lo de Lucy.
¡Donde demonios se metió Ximena!
¿Y si la violaron, torturaron y mataron lenta y dolorosamente para luego cortar su cuerpo en trocitos y arrojarlos al océano? ¡Juro que mataré a Sam si ella no...!
-¡Ya volví!.-exclamó Ximena desde la puerta y por reflejo propio salte, literalmente, sobre ella.
-¿Estás bien? ¿Sigues siendo virgen? ¿no estas herida? ¡Matare a Sam! ¡¿Como puedes asustarme así?!.-exclame mientras la agitaba de los hombros.
-Oye calmate, ¿Quieres?.-dijo ella quitando mis manos de sus hombros.
-No, ¿Sabes cuanto me preocupaste?
-Pues no parecias tan preocupado mientras Sara estaba contigo.-dijo con tono molesto.- Ademas, Sam es un buen chico.-comento con una sonrisa entrando en la sala.
-¿Ah si?.-dije yo detras de ella.
-Si.-afirmó.- es divertido, simpático, amable, tenemos mucho en común en cuanto a gustos...
-Ximena, ¿Te gusta Sam?.-pregunte seriamente.
-Juan.-me miró.- Sam es gay.
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Amor y Odio |EN EDICIÓN|
RandomAmor y odio, dos palabras muy fuertes que significan mucho, solo debes saber cuando y como usarlas. Dos sentimientos, que describen casi a la perfección la vida de todo adolescente. Y esta historia, no es la excepcion. ¿Un cliché más? Puede que si.