Estaba claro que iba a llegar tarde.
No tomamos el desayuno juntos, ya que íbamos demasiado tarde, después de continuar abrazados por bastante tiempo y darnos una larga sesión de besitos, salimos corriendo hacia nuestros respectivos trabajos.
Jade conmigo, Dante escoltándonos.
—Creí que saldríamos antes—Jade me miró burlona, acomodándose los guantes amarillos.
Me aclaré la garganta.
—Estaba arreglando un asunto con Leo.
—Ah—sonrió anchamente—ahora es Leo.
Vi que estaba entusiasmada, dejó de lado los largos suéteres y los holgados pans, esta vez se esmeró. Se había puesto medias negras con tacones Blahnik azules, una mini falda amarrillo limón, un top azul sin mangas a juego con sus tacones, una larga gabardina negra y sus guantes a juego con su falda. Hoy llevaba el cabello más crespo que lo normal, pero se lo había peinado muy bien. No llevaba mucho maquillaje, pero si unas sombras azules muy lindas.
—Pero ¿Qué hay de ti? —me incliné un poco hacia ella—veo que estas sonriendo.
Apretó los labios en un vago intento de ocultar su sonrisa
—Primero, me pidió perdón como si fuera un verdadero pecador, no te mentiré, lo disfrute—me senté hasta la orillita para prestarle total atención—Quería saber dónde estaba y le dije que debía darme mi espacio, debía pensar las cosas... lo raro fue que dijo que no conocía a esa tipa, después de que la policía me llevó no supo de ella... pero no quise saber más, estaba algo molesta—se encogió de hombros—así que estaré un buen rato aquí contigo.
Sonreí con travesura.
—Vamos a divertirnos bastante, te lo aseguro.
Tuve la oportunidad de leer los documentos que mi padre me había mandado sobre el análisis de la empresa.
No tiene promoción.
Las ventas han bajado considerablemente.
Las relaciones entre los empleados no son muy buenas.
Los envíos han tenido demasiadas quejas.
Conclusión era un asco.
Y así es como una francesa embarazada se hará cargo de toda una empresa... y no morir en el intento.
Bueno, no sabía qué tipo de recibimiento tendría, después de que el presidente extendió su incapacidad por un accidente automovilístico, las cosas estaban algo tensas en cuanto a mi aparición, pero yo me encargaría de cortarla con un ancha.
Jade y yo llegamos al edificio, una alta estructura rectangular con paneles retroactivos triangulares que le daban una forma de espiral, lindo, moderno.
—Lindo, lindo—apremió Jade.
—¿Verdad? —me acomodé mi abrigo (ya que alguien, había arrugado mi capa)
—¿Lista?
—Más que nunca.
Cinco hombres trajeados y dos mujeres sexys nos adentramos al edificio.
Ver los rostros de todos al entrar fue tan regocijante.
Un hombre y mujer en recepción, era un exagerado escritorio dorado, salieron de detrás y corrieron hacia nosotros.
—Disculpe, pero no pueden entrar de esta manera.
Algo me decía que esto ya lo había vivido.
—Oh, es cierto—hablé exagerada y busqué en mi bolso, la tarjeta de acceso: Audrey Vial CEO del Corporativo Vial.
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MURIENDO POR TI (Libro 2)
RomanceA veces la vida que planeamos no es lo que resulta, por mucho que lo deseemos. Para Audrey, ahora su vida se ha convertido en la de alguien desconocido. Para Leonard, luchar es algo que agota su energía cada vez más. Lo que ambos no saben son las...