La noche solo estaba comenzando, la artista se había anunciado como Night Angel, y vaya que le quedaba el nombre, era la cantante estelar, el resto de la noche fue suya solamente, los cantantes anteriores a veces subían con ella para hacer un dúo, todo era mágico y encantador, mis pies estaban adoloridos de bailar toda la noche, copas de champagne y charlar con algunos conocidos tanto de Leonard como míos, ninguno de ellos hizo mención de algo relevante, simplemente nos felicitaban por el compromiso.
Dejé a Leonard por un momento charlar con un "inversionista" de su compañía, me metí al baño por un momento, en cuanto salí me mire en el espejo, mis ojos estaban grandes y brillantes, mi boca, aun pintada mantenía una sonrisa permanente, esa que veía ahora era una Audrey radiante.
—Luces hermosa—me dijo alguien a mi espalda.
Observe a la mujer desde el espejo, maldición, este vestido y todos los arreglos que había hecho me habían subido los ánimos al máximo, pero ver a esta mujer, los hizo bacilar muchísimo.
Era una mujer escultural, una digna modelo, alta, incluso sin los grandes tacones de aguja, su cabello oscuro le caía a un costado con una gruesa trenza, extensiones, pensé, llevaba un extravagante vestido rojo que casi no dejaba nada a la imaginación, tenía excesivo maquillaje para mi gusto y aun así parecía recién salida de una revista de modas.
—Gracias—le dije, esto era incomodo, a pesar del tono de voz que había utilizado, queriendo ser amigable, su cuerpo destilaba el claro ejemplo de lo contrario.
Traté de ignorarla, arreglé un poco mi cabello y quise salir cuanto antes de ese lugar, pero al pasar a su lado me detuvo tomándome del brazo.
—Él puede haber caído en tus encantos, niña—dijo y me separé de ella como si quemara, tranquila Audrey, no pelees, no ahora—pero no por mucho tiempo—susurro con descaro.
¿Pero que se creía esta perra?
—¿Disculpa? No sé de qué hablas—dije molesta, el estómago comenzaba a arderme, no por favor, no maldito alcohol.
—No te hagas la tonta, crees que Leonard está contigo por ser una niña bonita, claramente esta tras tu dinero, te lo advierto, él es mío...
—Oh por favor, no vengas a insultarme ni amenazarme con tanto verbo, detente, te ves patética.
Y salí de ahí antes de lanzarme sobre esa tipa ¿Qué se creía?
Caminé hasta Leonard con el ceño fruncido, se encontraba con dos hombres más, charlaban alegremente, me uní a ellos, él me rodeo protectora y posesivamente con un brazo, puse buena cara, rodee con mi brazo su cadera.
—Amore mio, te presento al señor Banks y el señor Crown, son grandes compradores de la empresa—me dijo con una ancha sonrisa, los hombres eran mucho mayores que Leonard, vestidos elegantemente.
Les estreché la mano a ambos.
—Un gusto—convine.
—Es un placer conocerla al fin señorita—dijo el tal Banks—soy Cesar Banks...conozco a su padre, hemos hecho un par de proyectos juntos.
—Me alegra que Leonard haya encontrado por fin a una compañera—decía el otro—Phil Crown—se presentó—conocí a su abuelo hace ya mucho tiempo y a la señora de Vial, por favor, salúdela de mi parte.
—Claro, lo haré cuando la vea.
—Es usted muy hermosa—dijo Phil Crown.
—Sin duda una belleza francesa—convino Cesar Banks.
—Señores, por favor—dijo Leonard tratando de sonar sereno, hundí un poco los dedos en su cadera—no abrumen a mi amada—lo mire y el me guiño un ojo, dios, no podía luchar contra el sonrojo.
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MURIENDO POR TI (Libro 2)
Roman d'amourA veces la vida que planeamos no es lo que resulta, por mucho que lo deseemos. Para Audrey, ahora su vida se ha convertido en la de alguien desconocido. Para Leonard, luchar es algo que agota su energía cada vez más. Lo que ambos no saben son las...