—¡Audrey! —Jade se abrió paso entre las mesas para correr hacia nosotras.
—¿Qué pasa?
—¿Audrey? —pregunto Theo, pero lo ignore.
—Dime ¿Qué pasa?
Jade intentaba recuperar el aire.
—Está aquí—balbuceo—Leonard está aquí.
Mi cuerpo se paralizó, un frio recorrió mi espalda.
—¿Qué? —mi corazón estaba acelerado.
Sentía que el aire me faltaba, el aliento se me escapaba.
—Estuvo aquí y nos vio... hablamos con él.
—Le...
—No—tragó en seco—mentimos, pero él vino por ti.
—Llévame a tu casa.
—¿Qué? ¿No quieres hablar?
—No, Jade, vámonos—la tome del brazo.
—Espera, Phoebe...Audrey... no importa tengo que verte de nuevo.
—No—dije con aplomo—no podemos vernos de nuevo.
—Si estas en problemas yo puedo ayudarte.
—Gracias, pero no es así.
Tiré de Jade hacia afuera, el maître detuvo a Theo para la cuenta y Jade y yo aprovechamos para subirnos al carro, Rose nos esperaba fuera.
—Suban ya—grito.
Nos subimos al auto a empujones, Rose arrancó y vimos como Theo corría hacia la entrada, Jade resopló.
—Vaya lio que nos hemos metido.
Rose soltó una risilla.
—Sí, pero antes perseguíamos los problemas y no ellos a nosotros.
—Espera, espera—chilló Jade—los resultados.
—Ya no importa—dije presionando su mano—debo irme de aquí.
—Ady, no puedes seguir huyendo de los problemas—dijo Rose concentrada en la carretera, afortunadamente hizo caso a mi petición.
—Por ahora no quiero hacerlo—protesté—me voy.
—¿Qué? ¿A dónde?
—Iré a Provenza, ahí veré a un médico y me instalaré en la finca, necesito estar sola y pensar en lo que pasara.
—Temo que no podremos llamarnos por un tiempo—dijo Jade—Leonard tiene personas rastreando tu celular
—¿Qué?
—No sabía decir si lo dijo descuidado, pero al parecer la mentira que dijo Rose fue algo convincente.
—Por ahora.
—Quiere cenar con nosotras, al parecer para cerciorarse si no mentimos.
—Demonios—una lagrima traicionera se escurrió por mi mejilla, me la limpie con fuerza—Debo irme ahora.
Jade consulto los vuelos a Paris, el próximo en un par de horas, daba el tiempo perfecto para empacar mis cosas, Rose me ayudo a hacerlo, mientras Jade reservaba un vuelo y lo pagaba con la tarjeta de Bruno, para despistar, con las cosas empacadas y la urgencia, me despedí de la madre de Jade al igual que de la abuela, quien me escrutaba en todo momento.
—Agradezco mucho los días que he estado aquí, me ha encantado todo.
—Ven cuando quieras—dijo Eleonora—siempre te recibiremos.
—Ven aquí—ordeno la abuela, no podía oponerme, me había sido una gran compañera estos días—te daré mi bendición—hizo la señal de la cruz y pronuncio un par de palabras, después se separó —espero que vuelvas pronto, mandare por mucho mezcal... bueno, no podrás probarlo por un buen tiempo.
Aunque la miré curiosa por sus palabras, solo pude pensar en sus retos.
—Esta vez le ganare.
Y sin más, Jade, Rose y yo emprendimos viaje hacia el aeropuerto.
—Ya le he indicado a Max que cenaremos hoy, está al tanto, tratara de mantenerse al margen.
—Siento que tengan que mentir por mí.
—Cielo—dijo Rose viéndome desde el retrovisor—haremos más que solo mentir por ti.
Otras lagrimas traicioneras salieron.
En solo una hora el vuelo salía, podía esperar, Jade envió la ubicación de la casa de Max a Leonard, nos despedimos.
—Debes decirnos como te encuentras.
—¿Qué decidiste?
—Y hacerte la prueba—dijeron al unísono.
Suspire resignada, era una de las cosas que debía hacer llegando a Provenza, tenía todo el vuelo para meditar sobre unas cosas.
—Tratare de enviarles cartas—dije resignada.
—Por favor, Audrey—Rose tomo mis manos—no cometas imprudencias, piénsalo y ... solo recuerda las oportunidades.
—Te apoyaremos en lo que decidas—exclamó Jade, enganchando un brazo en el de Rose.
Jade y Rose se marcharon para retener a Leonard de mi huida.
Espere hasta que el vuelo sin escalas a Paris lo anunciaran, con el vestido amarillo y mis maletas, titubee un momento,
Una parte de mi quería correr de regreso y buscar a Leonard tal como él me había buscado, el corazón me latía con fuerza y lo sentía hecho un puño. Por un momento quería dejar de lado el motivo de todo esto y solo refugiarme en sus brazos.
Pero otra parte solo quería seguir huyendo, lejos, tan lejos, escapando de todo, de él y sus engaños, de mí, mi comportamiento, mi estúpida decisión de haberme drogado y haberme metido con un desconocido.
Negué con la cabeza, no, no había vuelta atrás, mi corazón martilleaba ferozmente.
.
.
.
Casi once horas de vuelo, el cuerpo me dolía bastante, no dormí mucho tiempo, no podía hacerlo, la cabeza me daba vueltas.
Ahora me esperaban tres horas en tren hacia Provenza, no podía darme el lujo de descansar, ya tendría tiempo después.
Partí hacia la estación y me dispuse a viajar hacia Provenza, mi mente aturdida, no noto el viaje, sin en cambio, los mareos me embargaron.
¿Qué pasa si estaba embarazada?
![](https://img.wattpad.com/cover/274614946-288-k888822.jpg)
ESTÁS LEYENDO
MURIENDO POR TI (Libro 2)
RomansaA veces la vida que planeamos no es lo que resulta, por mucho que lo deseemos. Para Audrey, ahora su vida se ha convertido en la de alguien desconocido. Para Leonard, luchar es algo que agota su energía cada vez más. Lo que ambos no saben son las...