CAPITULO 58 PARA SIEMPRE

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Un mes antes de Navidad

—¿De verdad tienes que hacer eso? —preguntó Carlo frunciendo el gesto con desagrado.

Carlo regresó de su luna de miel hace un par de meses, mientras que Nathe está ayudando a Audrey, claro en su área respectiva.

—Escucha... si quieres una vida laarga y feliz, entonces debes hacer lo que tu mujer diga—le sonreí anchamente—en tu caso a tu hombre.

Carlo omitió una risa al verme, sé que me veo ridículo, pero son peticiones de Audrey, además no esta tan mal.

Audrey se encaprichó con nuestras clases de maternidad e insistió con que debía usar una barriga falsa de embarazo, así que, trabajé todo un día para darle gusto, hice un chaleco (con mejoras), tiene un sensor de movimiento, una banda de tela biométrica que Audrey porta, así, cada que el bebé se mueva, yo también lo sentiré.

—Por fortuna no tengo que hacer el ridículo así—apuntó hacia mi ahora barriga abundante.

—Ya llegará tu momento para hacerlo, créeme.

A mi costado, Cerbero se acercó para saludar a Carlo.

—¿También es día de la mascota?

—Es día de sus vacunas—contesté, mientras terminaba de firmar un par de papeles—además comparte un momento emotivo como yo.

—¿Cómo qué?

—Va a ser papá—Cerbero se sentó y bufó un poco sacando la lengua, Carlo le acarició la cabeza.

—Piccolo mascalzone—(pequeño bribón)

—Este semental coqueteó con la perrita que Audrey llevó y bueno... ya te imaginarás.

—La familia ha crecido.

—Bastante.

Con algo de dificultad me levanté de mi asiento.

—Es hora de ir al túnel.

Cuando Cerbero, Carlo y yo subimos al elevador, sentí el peso de bajar de golpe, lo cual me hizo marearme un poco, Carlo me tomó del brazo.

—¿Sigues tomando tu medicamento?

—Sí, es solo que... este peso me tomó desprevenido.

—¿A ti? ¿Qué podría tomarte desprevenido? ni si quiera yo he podido en todos estos años—sonreí leve, pero él insistió en analizarme—¿seguro que estas bien?

—Lo estoy, tranquilo.

Aun así, sus ojos en mí no se despegaron.

Sé que tiene más de una razón para preocuparse por los "mareos", hace tiempo que debo prevenir los niveles de prolactina en mi cuerpo, no quiero tener ese tumor en el cerebro, ni mucho menos terminar siendo impotente, así que he continuado con mi medicación.

A pesar de que estos meses, ya sea por causa del embarazo, que de cierta forma me ha estado contagiando hormonalmente, he tenido muy, muy, muy buena actividad sexual, no quiero embargar a Audrey, pero este apetito sexual que siento, está un poco más allá de mi control, he hablado con mi doctor respecto a ello, después de descartar alguna anomalía en mí por la prolactina, terminó diciendo que era causa del embarazo, algo peculiar para variar. Lo sé, nuestro caso es particular. Supongo que siempre lo hemos sido, y no me sorprende que este momento también lo sea.

Saqué de mi chaqueta (ya que no pude vestir en traje) un par de anillos, le tendí uno a Carlo, quien me miró con burla.

—¿Reforzando la amistad? —soltó una carcajada—¿ahora me das un anillo de mejores amigos? ¿Cómo en Bob Esponja?

MURIENDO POR TI (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora