15. Johnny & Baby

759 55 228
                                    


Harry's POV:

Yo no tenía treinta y dos años por las puras.

Los adolescentes realmente eran demasiado obvios y estúpidos.

Sobre todo Zacarías.

No sabía si Skylar ya se había dado cuenta, pero al delincuente le gustaba. La miraba con una chispa en los ojos que todo macho tenía cuando una fémina le llamaba la atención. No hablando sexualmente, sino desde el corazón. Un brillo que le iluminaba hasta la sonrisa.

La manera en que su cuerpo reaccionaba al de ella al bailar era ridícula. Sus manos se posaban con dulzura y a la vez morbo sobre ella. Era una mezcla de respetar su espacio y a la vez invadirlo. De tomarla con delicadeza, pero también posesión. La cuidaba y al mismo tiempo la deseaba.

Es que, ¿quién no? Esa niña conoce su encanto y se refugiaba bajo sus pestañas y lindos ojitos miel con su sexy cara de "yo no fui".

Hoy en clase les había enseñado a mis alumnos los primeros pasos del tango. Por separado y en pareja. Los repetimos toda la sesión hasta que pudieron caminar en una fila demostrando los mismos pasos sin confundirse o tropezarse.

En el transcurso fui consciente de mi cuerpo ardiendo en celos por ver su estúpida química. Porque, aunque no quisiera admitirlo, me jodía la manera en que se tocaban mutuamente. Cómo él le sujetaba la pierna y le apretaba la cintura como yo quería hacerlo. Cómo acercaba su rostro a su cuello cuando Sky dejaba caer su cabeza hacia atrás con sensualidad. Cómo los dedos de Skylar acariciaban sus hombros mientras le sonreía.

La peor parte era que temía que ella perdiese el interés por mí para dárselo a él. Já, como si yo fuese más merecedor de su atención que Tatuajes... Aunque me costaba aceptarlo, me gustaba saber que Skylar sentía algo por mí. No me importaba el tipo de sentimiento, pero el simple hecho de que yo tuviera influencia en su vida me daba una oportunidad de volver a acostarme con ella.

Mi maldito orgullo no me lo permitía, sin embargo. Mi dignidad aplastada y pisoteada me rogaba que no regrese a ella, me recordaba a gritos que Skylar Ford era problemas y yo no necesitaba más en mi vida... pero mi jodido cuerpo caliente y mi irrefrenable deseo sexual me provocaba pensamientos obsesivos y fantasías sexuales sobre y con ella.

Así, ahora, de pie en una esquina del salón, la veía sudada y roja, agitada apoyándose en el hombro de Zack mientras este tomaba agua, me hervía la sangre. Apostaba que ese renacuajo solo había tenido una novia en su vida y había sido a los quince años. No sabía cómo tratar a una mujer. No sabía cómo tratarla a ella. No lo haría como yo.

—Entonces, ¿te veo mañana? —El delincuente le decía mientras cerraba su casillero.

—Ven a la hora de almuerzo. Así pedimos pizza —ella le contestaba en un tono más que amigable, sonaba alegre.

Va a ir a su casa a almorzar... lo había invitado a su casa. ¿De qué me había perdido?

—Esto parece una cita en lugar de una reunión de trabajo —se burló Tatuajes, alzando ligeramente el mentón con una sonrisita socarrona.

Parece que Skylar se debilitó un poco.

—Es lo que desees interpretar.

Era una niña coqueta sin remedio.

Zack le sonrió de lado y se despidió de ella en silencio. Skylar no le quitó el ojo de encima mientras su compañero se retiraba del salón, hasta creo que le dio un vistazo al culo del delincuente. ¿Por qué lo miraba así? ¿Sería posible que también a ella le guste?

Dirty DancingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora