Dirty Dancing

41. El Juicio 1/2

Harry's POV:

Había pasado el momento más incómodo de mi vida.

Para la una de la tarde, el abogado Barlow ya había conseguido toda la evidencia que probaba mi inocencia. El señor Ford había desaparecido hacia su habitación desde que se levantó de la mesa hace casi dos horas, y Skylar y yo apenas nos dirigíamos la palabra. Creo que ambos nos sentíamos avergonzados como niños regañados.

No fue hasta que todos salimos de la casa y nos montamos en la camioneta, que el padre de Sky finalmente separó los labios:

—¿Cuál es el plan?

El abogado nos repasó paso por paso lo que haría. Se había contactado con la hermana de Skylar, Angelina, la cual ya conocía por antiguos casos con la familia Ford. Había hablado con Naomi, que, por cierto, recién me enteré de que ella ya estaba al tanto de lo mío con Skylar. También consiguió las pruebas de la entrada al club y el rodaje de las cámaras de seguridad.

—Vamos a hundirla —nos aseguró Barlow—. Esa chiquilla abrió su boca sin saber lo que hacía.

Era consciente de que, al confesar la verdad, todos se enterarían de mi relación con Skylar y eso conllevaría perder el trabajo en la universidad y posibles problemas en mi ingreso a otras, nos lo había advertido el abogado:

—El haber roto la norma de etiqueta de que un profesor no puede involucrarse con una alumna es grave —recitaba—. Va a quedar marcado en su currículum como el motivo de despido y no hay nada que se pueda hacer para eso. Eso le traerá problemas en el futuro. Imagínese, se ha burlado de las reglas de una universidad tan prestigiosa como Cambridge. Las otras instituciones lo tomarán como un payaso.

Así, resignado en que probablemente nunca más podría enseñar en otra universidad, me resbalé en el asiento trasero y fruncí los labios. Estaba algo desilusionado, pero a la vez me sentía aliviado de saber que no iría preso por la locura de Patty.

—Skylar saldrá a declarar —continuó Barlow—. Vas a contar la misma historia de su relación que nos contaste a nosotros.

—¿De verdad no hay manera de salvar el trabajo de Harry? —Sky insistió.

—Negativo.

Los próximos treinta minutos camino a la corte me los pasé pensando en qué haría ahora. Vendría a trabajar con Skylar aquí, en su futura academia de baile, pero hasta que la abra debía hacer algo para generar dinero. Debía esperar por el permiso de trabajo también, y no tenía nada ahorrado. ¿Debería volver al club, al menos por un tiempo?

—Haz —me llamó mi castaña posando su mano en mi rodilla.

Habíamos llegado. Un escalofrío me hizo sacudirme al ver el gran edificio color crema de la corte. Las grandes escaleras nos daban la bienvenida a la arquitectura vieja y de anchas columnas. Todos nos bajamos de la camioneta en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos.

Pensé en tomar la mano de mi chica, pero luego recordé la presencia de su padre y no quise causar más problemas. Los dos caballeros ingresaron por delante, Skylar detrás y yo pisándole los talones a ella. De miedo.

Personas en traje o vestidos elegantes de oficina cruzaban por nuestros lados camino a la sala de conferencia que se nos designó. Al llegar a la entrada, un guardia de seguridad nos revisó antes de dejarnos pasar, y cuando lo hicimos, nos encontramos con un pequeño salón dividido en dos partes. Había tres filas de sillas con un par de personas que no conocía en absoluto, la presencia del director Greeve, jurados del concurso e incluso el conserje del hotel que había atestiguado haber encontrado a Patty encerrada en mi cuarto.