Harry's POV:No recomiendo pasar la noche en una celda.
Ayer antes de las siete, Skylar me hizo llegar unos pantalones de pijama y una playera limpia que me permitió estar más cómodo por la noche. Junto a la ropa había una notita con los labios de Skylar pintados sobre el papel, parecía que había dejado un beso con su brillo labial. "Que te dure hasta mañana", había escrito al lado.
Sonreí por una hora entera acariciando el papel entre mis dedos, imaginando a mi chica besando la hoja y luego riendo como boba mientras la doblaba. ¿Así se sentía? Había olvidado por completo cómo era que te guste alguien. Podría apostar que esta vez se sentía diferente. Con Skylar era diferente.
Me desperté varias veces en la madrugada dando vueltas en el incómodo sofá. Estaba aburrido y angustiado. Cuando el cielo por fin había dejado de ser negro y se pintó de un gris mañanero, me puse de pie de un salto y me vestí con la misma ropa de ayer para el concurso. Los guardias me trajeron un jugo de manzana y una cajita de leche de chocolate. Pensé en que habían sido amables, pero luego de notar que no le habían dado esas bebidas a nadie más que a mí, uno de los guardias me informó que Skylar les había dado una "propina" para que me entregasen esto temprano.
A veces se sentía mal. Como sociedad nos habían acostumbrado a que los hombres lleven los pantalones en la relación y sea él quien gane más dinero. Cuando Skylar hacía esto de pagar por mis cosas o aportar en nosotros más que yo, me sentía inferior y que no la merecía. Me tenía que repetir a mí mismo lo que ella hace tiempo me había asegurado: que lo hacía porque "quería y podía", así intentaba no sentirme tan mal y recordarme que en algún momento yo le devolvería todo lo que ella me estaba dando ahora.
Después de un buen rato y de que el hambre empezara a consumir mi estómago rugiendo por solo líquido en él, un guardia se acercó a mi celda con unas llaves y cara de sueño.
—¿Qué hora es? —quise saber.
—Diez y diez. Eres hombre libre, Styles.
Me respondió sin mirarme a los ojos mientras abría la celda, desganado. Supe en ese instante que mi multa había sido pagada y eso significaba que el abogado y el padre de Skylar estaban aquí con ella.
Recogí la pequeña bolsa de tela con mi ropa, traté de arreglar mi cabello y salí de la celda a zancadas. No necesité que me guie camino a la salida, ya podía oler el aire fresco abriéndose paso por los pasillos.
Mientras más me acercaba a la recepción de la comisaria, más ingresaba la luz natural. Esperé ver a mucha gente como ayer por la tarde cuando llegué, pero no había nadie más que Skylar, su papá y otro caballero en traje negro, un maletín en la mano, una gran panza, sin cabello, pero con un rostro intimidante que demostraba ser una eminencia en las leyes.
Me acerqué al mostrador de los policías con intensiones de saludar al señor Ford, mas Skylar fue la primera en saltar a mis brazos y colgarse de mi cuello. No pude ignorar su abrazo y la sujeté fuerte por la cintura mientras dejaba un beso en su mejilla.
—¿Todo bien? —ella me preguntó.
Asentí con la cabeza a la vez que nos separábamos. Observé a su papá y le extendí la mano, la cual él estrechó con fuerza y una cara de pocos amigos.
—Señor Ford —saludé—. Muchas gracias por venir.
Asimismo, me presenté con el abogado, el cual se apellidaba Barlow.
—Debemos hablar —fue lo único que dijo.
Todos estaban mudos. Decidí no adelantarme y sacar conclusiones negativas y solo me quedé callado. Después de haber firmado algunos papeles de mi libertad y la multa pagada, los señores Ford y Barlow salieron de la comisaría por delante dejándonos a Skylar y a mí atrás. Mi chica aprovechó aquella privacidad para acariciar mi mano y darme un corto beso en los labios.
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Dirty Dancing
FanfictionElla me torturaba tres días a la semana con esos ojazos color miel, con sus provocadores labios carmesí, con sus preciosas piernas largas y perfectas, con la voz más sensual, y la sonrisa más coqueta que había visto en mi vida. Skylar Ford era la te...