Ella me torturaba tres días a la semana con esos ojazos color miel, con sus provocadores labios carmesí, con sus preciosas piernas largas y perfectas, con la voz más sensual, y la sonrisa más coqueta que había visto en mi vida. Skylar Ford era la te...
Había sido aterrador, intimidante, y agotador. Quería llorar y salir corriendo de ese auditorio las tres horas que estuve ahí. No porque me hubieran tratado mal o algo, sino por el nivel de intensidad con el que veía al elenco ensayar para su siguiente musical.
Tú puedes bailar igual, Sky, me repetía internamente. Si practicas, y practicas... y practicas... sí puedes bailar igual.
Después de haber hablado con la directora del cast, firmé un contrato de prueba de tres meses. Me parecía justo. La paga no era tan grande, y los entrenamientos eran de lunes a viernes por las tardes, pero sabía que esta experiencia me serviría para crecer en el mundo artístico y no podía dejarla pasar.
Me quedé la última hora hasta antes del almuerzo en el auditorio viendo a lo que serían mis compañeros de mi elenco de baile ensayar. El musical era de la película "Grease" lo cual me emocionaba mucho. La directora me dijo que por obvias razones no sería protagonista principal, pero que sí me aseguraba el papel de una de las amigas de "Sandy", y que tendría mis momentos de brillar.
Me sentía muy nueva y pequeña como para siquiera acercarme a saludar a alguien, así que decidí que los conocería el lunes en mi primer día. Salí del auditorio con mis documentos y cartera en mano y apreté el paso hacia la calle.
El viento frío me despabiló y recordó el hambre que sentía. Miré a mis lados hacia la calle y solo encontré tráfico y multitudes. Sentí nostalgia de inmediato extrañando Inglaterra, ¿me acostumbraría a esto? ¿Cuánto demoraría?
—Harry —recordé debajo de mi aliento al ojiverde. Saqué mi celular de mi bolso y vi la hora: más de las dos de la tarde.
Debía seguir volando.
Styles se había gastado un dineral en un boleto de avión para el día de hoy a las nueve de la mañana. Impulsivo y tonto... pero romántico. Por suerte, papá le había dado permiso de no ir a trabajar hoy, pero le recalcó que quería verlo en la oficina el lunes a primera hora sin excusas.
Decidí tomarme con calma la situación y me monté en un taxi de vuelta a casa. Almorzaría algo y luego iría por Harry al aeropuerto.
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Para las cuatro de la tarde, me encontraba en medio aeropuerto con un pequeño cartel en mis manos y una sonrisa apunto de explotar en carcajadas debido a mi pequeña broma preparada para mi novio.
"Harry Styles Estrella XXX"
Las miradas que recibía de extraños me hacían sonrojar, pero sabía que valdría la pena cuando Styles salga y vea su cara.
Efectivamente, segundos después, entre un mar de gente emergió el ojiverde envuelto en un abrigo grueso color verde y una mochila de mano colgando de su brazo. Qué guapo.
