Dirty Dancing

43. El Otro

Harry's POV:

Ay, mierda.

Fue lo primero que pensé al abrir la puerta de la habitación de Skylar y encontrarme a Zacarías con un ramo de rosas en la mano y su mochila repleta colgando de sus hombros.

La encantadora sonrisa blanca del delincuente se deshizo lentamente al verme y examinar mi cuerpo desnudo solo cubierto por una toalla en la cadera, y sus hombros se tensaron al oír y ver a Skylar salir detrás de mí.

Doble mierda.

El rostro de Skylar se colocó pálido cuando lo vio también. Sus labios dejaron salir un "Zack" sin aliento antes de que el muchacho conecte los cabos y se de media vuelta sin soltar palabra.

Mientras lo veía alejarse por el pasillo, yo, congelado en la puerta, regresé mi atención a Skylar, quien corría a tomar su bata blanca de baño para cubrirse.

Mierda, mierda, mierda.

—Zack —lo llamó ella mientras se aseguraba con un nudo la prenda y corría detrás de él fuera de la habitación—.¡Zack!

Le pisé los talones a Sky y nos detuvimos en media sala cuando Zacarías hizo lo mismo, tenso y observándonos con la mandíbula apretada y el ceño fruncido.

—Zack —mi castaña exhaló a unos metros de él, casi asustada de tocarlo y romperlo.

—¿Qué mierda? —Su pregunta sonó más como un gruñido—. ¿Qué mierda hace el prof...? No, es que es ridículo preguntar eso... ¿Qué mierda, Skylar?

Me sentía como la tercera rueda, un intruso en esta charla. Así que, aprovechando que yo estaba detrás de Sky, retrocedí lentamente unos pasos dispuesto a volver a la habitación.

—¡Usted no sea un cobarde! —El bramido de Zacarías me hizo saltar—. ¡Dígame en la cara como un hombre lo que ha estado haciendo a mis espaldas!

Ay, niño... no quieres saber...

—¿Qué haces aquí? —Skylar intervino nerviosa.

—Tu papá me dio el pasaje sorpresa hace dos días para venir a acompañarte en el concurso —escupió—. Me dio la dirección y todo, ¿recuerdas la promesa que me hizo en tu casa? ¡Pues se lo tomó en serio y me invitó!

Su manera de gritarle a Skylar no me gustaba, pero estaba jodidamente molesto y con toda la razón del mundo. No podía culparlo.

—Zack, yo iba a decirte —Sky habló.

—¿Qué ibas a decirme, que te estabas follando al profesor de baile durante ensayos? —protestó.

—Iba a terminar contigo antes de que supieras esto, no quería hacerte daño...

—¡¿No querías hacerme daño?! ¡El daño me lo hiciste cuando te metiste con él estando conmigo, aunque yo no lo supiese!

La voz del pelinegro se quebró. Jodida conciencia. Éramos unos infelices hijos de puta... Zack no se merecía esto. Debimos actuar más rápido.

—Es que las cosas fueron muy complicadas siempre, Zack —Sky dijo temblorosa.

—¿Desde cuándo?

Observé a la castaña. Ella me devolvió la misma mirada angustiada.

—Incluso antes de conocerte —le respondió.

Zacarías jadeó con una sonrisa llena de incredulidad.

—¿O sea que yo fui el otro todo este tiempo?

El corazón se me arrugó. ¿A esto se refería Skylar cuando me pedía ser más empático? ¿Así se siente, que la conciencia te pese, que la cara se te caiga de la vergüenza, saber que tú fuiste el causal de ese daño?