Skylar's POV:Había decidido que sería el hada madrina de Harry.
Pensé en su situación toda la noche y llegué a la conclusión de que no merecía pasar por tanta mierda. No me importaba si no sabía su pasado; con el pequeño resumen que mamá nos había contado en la cena fue suficiente.
Si mamá decía que era un ángel, es porque así era. No imaginaba que haber trabajado de bailarín en HELL fue por necesidad de dinero y no solo por placer. Me rompía el corazón.
Así, al medio día en mi refrigerio de la universidad, partí hacia el salón de danza. Mejor dicho, corrí; quedaba lejos. La mochila se me balanceaba de un hombro al otro lastimando mi espalda con los libros y me maldecí internamente pensando en que debí dejar mi bolso en mi casillero para no cargar con tanto.
Cuando llegué al área de artes tuve que dejar de correr. Avancé entre zancadas admirando los anchos pasillos sin alumnos bochincheros y finalmente llegué a las grandes puertas del salón de danza.
Estaba vacío, sin una pizca de bulla.
Me adentré y mis pasos hicieron el primer ruido. Me abrí camino entre puntitas como si alguien fuese a verme y me dirigí hacia la oficina del profesor Styles.
Mi sorpresa fue otra cuando, a solo metros de su puerta, Harry también llegaba a su oficina, pero luciendo únicamente una toalla blanca alrededor de su cintura y sus rulos mojados chorreando agua por sus hombros.
Ay, santo padre.
Aguanté una exclamación y me di media vuelta, fijando mi vista en el suelo. Los recuerdos de nuestra noche taladraron mi cabeza sin piedad y los tatuajes en su torso se hicieron nítidos en mi memoria. Oh, esa mariposa en el centro de su abdomen...
—Skylar —Harry carraspeó a mis espaldas; podría apostar que casi con torpeza—. ¿Qué demonios haces aquí?
No me había dado cuenta de que el rostro me había empezado a quemar.
—Yo- yo quería hablar contigo, si es que estabas libre —balbuceé.
—Hoy no tenemos clase.
—Lo sé, es sobre asuntos personales...
—Skylar, esto es muy inapropiado desde cualquier punto de vista.
Agaché mucho más la cabeza como si eso fuese a ayudar de alguna manera.
—¿Puedes vestirte? Es urgente.
Lo escuché resoplar y luego su puerta abrirse y cerrarse de un golpe; así supe que ya había entrado a su oficina y yo podía girarme. Lo último que quería era incomodarlo o meterlo en problemas con sus superiores, más ahora conociendo su situación.
Esperé algo impaciente frente a la puerta roja, mirando mi celular a cada rato para confirmar que aún tenía tiempo libre del receso. No tardó mucho para que la puerta se abra de nuevo y un Harry descalzo con joggers y sudadera negra se personifiquen ante mis ojos.
—Pasa.
Fue inevitable no olerlo al deslizarme por su lado. Olía igual que ayer al empezar la clase: recién bañado, como a espuma de afeitar.
—¿Qué necesitamos hablar?
El estómago se me apretó cuando cerró la puerta. Me encogí en mi puesto, intimidada por su porte fuerte y perfil atractivo. Me convencí a mí misma en ese instante que jamás vería a otro hombre tan apuesto como el profesor Styles, y lamenté el no poder presumir que tuvimos una noche juntos.
—Es que... —balbuceé, jugando con mis uñas, nerviosa—, ayer mientras mi familia cenaba... mi mamá es doctora, es... ella nos contó... ella es doctora de tu papá, ¿Jordi? Y amm, nos contó que necesita operarse del corazón.

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Dirty Dancing
FanfictionElla me torturaba tres días a la semana con esos ojazos color miel, con sus provocadores labios carmesí, con sus preciosas piernas largas y perfectas, con la voz más sensual, y la sonrisa más coqueta que había visto en mi vida. Skylar Ford era la te...