Epilogo

2.8K 223 18
                                    

Pasaron algunos años Harry y Hermione habían terminado la secundaria como los mejores estudiantes de su generación, ahora estaban en la universidad estudiando empresariales para hacerse cargo de todos su negocios, bueno los del lado no mágico, porque los duendes estaban haciendo un excelente trabajo con sus inversiones mágicas, no tenían ninguna queja de ellos.

Sirius había visto la mayor parte del mundo para ese entonces, había logrado entablar una amistad cordial con Remus pero solo se veían esporádicamente, conversaba más con Severus que se había convertido en su compañero de aventuras cuando llegaban las vacaciones escolares y podía desprenderse de sus labores como subdirector en Hogwarts.

El animago perro en esos viajes había conocido a una hermosa mujer que resultó ser una bruja nacida de muggle viviendo del lado no mágico, se enamoraron a primera vista y para cuando se quisieron dar cuenta ya estaban casados, por lo años que había pasado Sirius en la prisión se le hacía imposible engendrar hijos, así que con Dania su nueva esposa decidieron adoptar, le dieron hogar a un hermoso y tierno niño que había sido abandonado en el orfanato mágico, con la ayuda de los duendes los tramites fueron rápidos, así que ahora eran unos orgullosos padres que vivían en uno de los mejores barrios de Londres, porque si, él había decidido adoptar la misma vida que sus ahijados.

Estos ya contaban con la edad de 21 años y habían decidido que era el momento de hacer su boda, la habían pospuesto por un tiempo, porque en sus corazones no hacía falta reafirmar lo que ya sabían ante nadie, sus amigos mágicos estaban felices por ellos, iba a ser una doble celebración, primero harían una boda mágica en la mansión Potter en donde estarían reuniendo al ministro de magia, a Amelia Bones, Augusta Longbotton y por supuesto a los profesores de Hogwarts, para un día después hacer la boda muggle y que sus amigos no mágicos participaran en su celebración.

Todo fue mágico, sus dos bodas fueron todo lo que planearon y más, ellos solo querían estar con sus amigos, hacerles saber que formaban parte de su vida, que no los habían olvidado, bueno eso lo sabían de antemano porque nunca habían perdido el contacto y estos se la pasaban en el mundo muggle con ellos haciendo actividades de fin de semana.

Las cosas no habían cambiado tanto en el mundo mágico, quizás si se habían modernizado un poco bajo la tutela de McGonagall que había hecho caída y mesa limpia reestructurando todas las clases de Hogwarts, contratando maestros competentes, posicionando a la escuela nuevamente en una de las mejores escuelas mágicas del mundo, le había regresado el brillo que alguna vez había tenido, mucho de ello por asesoría de Harry y Hermione que siempre le habían dado consejos de cómo mejorar las cosas, se puede decir que no se separaron del todo y siempre tuvieron ese mínimo contacto para encaminar las cosas hacia el progreso, pero nunca lo admitirían, para los demás ellos simplemente habían desaparecido.

— ¿Eres feliz?—. Le pregunto Harry a su esposa mientras veían el amanecer desde el balcón de su habitación de hotel en donde estaban pasando su luna de miel.

—Inmensamente feliz—. Se volteo para darle un beso en los labios.

— ¿Te arrepientes de alguna de nuestras decisiones?

—No, cada una de las que tomamos fue lo mejor para nuestra vidas, estoy feliz solo de estar entre tus brazos, ya sea aquí o allá, siempre que fuera contigo yo estaba feliz.

—Te amo.

—Yo también lo hago y tengo una sorpresa para ti, me ha costado mucho esconderlo desde que me entere, quería que el momento fuera especial—. Tomo su mano y la llevo a su vientre, haciéndole saber que allí estaba creciendo el fruto de su amor.

— ¿De verdad?

—Sí, seremos padres, tendremos un pedacito de ti y de mi pronto amor.

—Me has hecho el hombre más feliz del mundo—. La cargo para darle vueltas en la habitación y caer en la cama.

La lleno de besos por todo su rostro, estaba feliz, era un nuevo paso en sus vidas, serian padres, tendrían a un hermoso niño o niña al que cuidar, querer y consentir, estaban felices por estar formando su familia y por eso esa noche celebraron como solo ellos lo sabían hacer, con besos y caricias demostrándose todo el amor que sentían el uno por el otro.

Estaban iniciando una nueva vida, borrón y cuenta nueva, algún día regresarían al mundo mágico pero por ahora solo disfrutarían de su libertad, de todo lo que la vida les había dado, de ese pequeño niño que crecía en el vientre de Hermione, en definitiva ellos eran felices y no se arrepentían de nada, habían hecho todo lo que estuvo en sus manos para colocar las cosas en su sitio, incluso lo siguieron haciendo tras bambalinas.

Nadie tenía que saber que los Potter eran los benefactores de la mayoría de los cambios que se estaban llevando a cabo en el mundo mágico, porque ellos nunca quisieron fama, ni ser adorados como Dumbledore, ellos solo estaban haciendo las cosas mejor para las futuras generaciones, para que no volviera a ocurrir lo que paso con ellos, para que no hubiera un nuevo levantamiento de un señor oscuro, querían que todos convivieran en armonía, esa era la esencia del bien mayor que tanto pregonaba Dumbledore.

Que todos estuvieran bien, que no hubieran conflictos, que existiera el respeto y sobre todo que la información fuera publica, nada de mantener las cosas en secreto, si una persona no sabía cómo resolver una cosa, otra si lo sabía, debía existir la igualdad y por eso ellos habían trabajado, definitivamente era un Harry Potter diferente el que se había ido del mundo mágico y sería un Harry Potter diferente el que regresaría, uno que era un padre de familia y que haría todo a su alcance para que sus hijos vieran en paz y armonía.

Ahora si damos por concluida esta historia, me llevo mucho tiempo poder hacerlo, pero lo he logrado ha concluido y me siento bien de poder haber lo grado terminarla, espero que la hayan disfrutado y no se queden decepcionados con el final que les he dado.

UN HARRY POTTER DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora