En la mansión Potter, Harry y Hermione revisaron la biblioteca con la ayuda de los elfos domésticos en busca de todos los libros de dragones que poseían mientras que Narcisa y Sirius se habían desviado al Profeta a colocar su reclamo, decisión a la que llegaron momentos antes de hacer su partida del callejón Diagon hacia sus destinos, dándole asi a Sirius la autoridad de hablar en nombre de ellos ante el director del periódico para conseguir una disculpa o una retractación de Rita por todo lo escrito.
La llegada de los Black no paso desapercibida para ninguno de los trabajadores del diario mágico, ya que apenas estos colocaron un pie en las instalaciones todos comenzaron a murmurar ideas sobre el motivo que los llevaba esa mañana a su lugar de trabajo, y todos coincidían en que estaban allí a causa del artículo de Skeeter; y es que la mujer tampoco era muy querida entre sus compañeros de labores debido a que ellos no estaban de acuerdo con los artículos de ficción que esta publicaba, los cuales no eran prohibidos por el editor y el director porque estos generaban las mayores ventas del papel en todo el mundo mágico, dejando asi grandes ganancias en sus bolsillos, además de que los valientes que se enfrentaron a ellos en relación a los artículos de la periodista terminaron perdiendo su empleo.
-Buenos días señorita, podría decirle a su jefe que Lord Sirius Black y su prima quieren hablar con él- dijo Sirius en cuanto estuvieron en frente de la recepcionista de la oficina del director.
-Por supuesto Lord Black, si son tan amables se pueden sentar aquí mientras esperan, no se si el director está ocupado revisando algunos artículos con la señorita Skeeter, para ser publicados el día de mañana- contesto la joven con todo respeto a la figura que estaba frente a ella mientras le indicaba dos sillas cómodas a sus huéspedes.
-Tanto mejor, dígale que lo que tenemos que hablar con él también tiene que ver con ella y que se puede quedar para la reunión- hablo ahora Narcisa dejando que la misma entrara a la oficina de su jefe.
-Señor, lo siento por interrumpir pero afuera se encuentra Lord Black junto a su prima y quieren hablar con usted- comunico la secretaria apenas se asomó en la oficina de su jefe.
-Bien hágalos pasar, Rita puedes retirarte seguiremos revisando su artículo una vez que haya terminado la reunión con Lord Black- dijo el hombre resignándose a escuchar otra queja sobre el escrito de la mujer que tenía al frente, pero igual que al ministro se iba a amparar en la libertad de expresión que tenían los magos a la hora de escribir.
-Eh... director la señorita Black dijo que la señorita Skeeter se podía quedar cuando se enteró que usted estaba reunido con ella- volvió a decir la joven impidiendo que la mujer se levantara de su asiento.
-Bien, como sea hágalos pasar- respondio nuevamente el hombre dándose cuenta que estas personas venían con un enfoque diferente al ministro de magia, quien primero se entrevistó con su empleada y como no consiguió nada con ella se dirigió hacia él para hacer su reclamo.
Y con eso la secretaria salió de la oficina, para indicarle a los visitantes que podían entras en ese momento al lugar; cuando estuvieron dentro pudieron notar la forma altiva en la que estaba sentada Skeeter confiada en que no podían hacer nada para que ella se retractara de lo que había escrito, si bien ella sabía que había redactado medias verdades no se iba a dejar amilanar por los reclamos de estas personas siempre y cuando el director estuviera conforme con las ventas del periódico y después de todo para el pensamiento de ella no estaba haciendo nada malo al embellecer sus historias, la verdad era demasiado sosa para ser presentada a la sociedad mágica, y estos tenían la culpa por creer en todo lo que estaba escrito en el Profeta sin cuestionar su veracidad.
-Buenos días Lord Black, mi nombre es David Somerset ¿en qué le puedo ayudar?- hablo el director del diario, sacando de sus pensamientos a Rita e indicándoles a los recién llegados los lugares donde se podían sentar.
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UN HARRY POTTER DIFERENTE
RomanceHarry y Hermione crecieron juntos en un orfanato, no hubieron padres amorosos, ni tios abusadores, sin saber como se encontraron a muy temprana edad siendo los niños olvidados por el mundo magico, sobre todo de Dumbledore que no supo de ellos hasta...