UN HARRY POTTER DIFERENTE

CAPITULO 8

Los días después de la conversación con la profesora McGonagall transcurrieron con total normalidad, Harry y Hermione asistieron a sus clases, compartieron con sus compañeros de casa, se escaparon para tener tiempo a solas, además de haber tenido una pequeña charla con el profesor Snape acerca de lo que obtuvieron de Minerva, a lo que este le aconsejo esperar y ver porque no sería fácil romper la imagen de símbolo de luz que tenía McGonagall de Albus Dumbledore, sin embargo, todavía no había ningún acercamiento por parte de ella.

En cuanto a Dumbledore, después de enterarse del fracaso del menor de los Wesley en convertirse en amigo del niño que vivió decidió dejarlo ser por los momentos, ya encontraría la manera de ganarse la confianza del niño, por lo pronto tenía que tratar que Harry se interesara por lo que había escondido en el tercer piso para propiciar un encuentro con Voldemort; porque si, él sabía que Quirrell estaba poseído por parte del alma del señor oscuro, pero como le servía para sus planes decidió no hacer nada hasta que tuviera la confianza del heredero Potter.

También, el director se había dado cuenta que Harry y Hermione eran demasiado inteligentes para su gusto, al igual que bien portados hacia las personas de autoridad, pero no así con los estudiantes porque ya se había enterado de varios incidentes aislados donde alguno de ellos o sus compañeros de casa habían sido intimidados y los agresores terminaron siendo los agredidos, sin ninguna evidencia de que habían sido ellos los que ocasionaron el daño.

Y así llego el mes de octubre y con el 31 día de Halloween donde se conmemoraba un año más de la muerte de los Potter y el término de la guerra implantada por Voldemort. Ese día como cualquier otro Harry y Hermione despertaron abrazados en su habitación de Slytherin y después de tontear un rato entre ellos, se levantaron y se arreglaron para estar listos para el día como siempre; sin embargo, cuando entraron al gran comedor todos los ojos estaban puestos en Harry cosa que lo irritó un poco y comenzó a enviar miradas asesinas a todo el que se le cruzara por delante y lo mirara con lastima, poco podía hacer Hermione para calmarlo cuando ella misma estaba que mataba a los estudiantes, pero gracias a sus compañeros Slytherin pudieron contenerse.

Como primera clase del día tenían encantos con el profesor Flitwick el cual ya se encontraba en el aula de clases y como instrucción inicial dijo que ese día iban estar aprendiendo el encanto levitatorio llamado Wingardium Leviosa, después de darles las indicaciones de cómo se pronunciaba y cuáles eran los movimientos de varita los ordeno a todos en pareja para que practicaran el mismo, cuyo agrupamiento para mala suerte de Hermione le toco junto a Ronald Wesley, durante la clase la chica estaba harta de ver al pelirrojo agitando la varita de un lado a otro sin ningún control por lo que intervino por su paz mental.

—Deja de agitar la varita como un poseso le puedes sacar un ojo a alguien; estás haciendo el movimiento mal y no estas pronunciando correctamente el encanto—. A lo que Ron la miro con odio por corregirlo delante de la clase.

—¿Si tú eres tan inteligente porque no lo haces tú?—, respondió Wesley el reproche de la muchacha la cual ni corta ni perezosa se subió las mangas y realizo el encanto perfectamente recibiendo una sonrisa pícara de Harry y un ceño fruncido de su compañero de banca.

La clase desde allí transcurrió con normalidad después de obtener puntos del profesor Flitwick para su casa por ser la primera en lograr el encanto, ante la mirada de enfado del pelirrojo que se sentía humillado por una chica que no conocía nada de la magia hasta el momento de recibir su carta de Hogwarts, por lo que al final de la clase no se aguantó sus comentarios y los expresos en voz alta para que todos lo escucharan y así herir a Hermione.

—Estás haciendo el movimiento mal, no estas pronunciando correctamente el encanto; a quien le importa es una estúpida sabelotodo que obtuvo todo de los libros, no me extrañaría que Harry este con ella por lastima—, hablo el pelirrojo con burla.