El Séptimo Circulo está copiando a Empíreo en decoración

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Aún recordaba la vuelta al Séptimo Círculo.

Había pasado una semana y cada vez que daba un largo paseo por los alrededores seguía recordando a Annabeth llegar a su lado y pasar de largo cuando Quirón hizo el gesto de reclamo por un abrazo ofreciendo su apoyo.

Percy fue el único con la suficiente fuerza como para abrazar al líder del Séptimo Círculo, aunque por dentro la culpabilidad le estaba matando y cada lágrima que soltó solo lo empeoraba porque, aún sabiendo que fue su mejor amigo quien mató a Luke Castellan, Quirón trató de consolarle.

Ni Jason ni Percy tuvieron problemas por liberar a Leo, ni siquiera Thalia trató de volver a pegarle un puñetazo. Prefería mil veces que les hubiesen gritado o dado una buena paliza, pero nunca pasó, simplemente obtuvieron miradas resignadas. Les comprendían aunque no estuviesen de acuerdo. Percy jamás había visto al grupo con tan poca energía, parecían aceptar cualquier problema o inconveniente que les llegase sin tratar de sobreponerse.

Si durante su vuelta hubiese aparecido un río bravo cortándoles el paso, se habrían zambullido sin hacer el esfuerzo de nadar a contracorriente. Habrían tratado de caminar en las turbulentas aguas y serían arrastrados por todo su cauce.

Un grupo de unas quince personas pasaron corriendo delante de él, parte del que fue el grupo de Luke. Estaban liderados por Nico di Angelo, seguido de muy cerca por Silena y Will Solace a la cabeza. Todos estaban sudados pero no paraban de correr, ni intentaban hacer un descanso cuando Nico no miraba. Esa dedicación no le llenaba, solo le causaba lástima, se estaban esforzando para la guerra y en nombre de su capitán caído.

Desde que Luke murió, todo parecía más oscuro en el Séptimo Círculo.

El ánimo de los capitanes se redujo a una seriedad que se contagiaba en los soldados y en el resto de habitantes, un sentimiento tan deprimente que le hacía comprender por qué Quirón reafirmaba lo importante que era tener figuras sobresalientes. Ni el anciano era capaz de impregnar su hogar de esperanza, lo intentaba, pero hacía más de una semana que su sonrisa ya no llegaba a achinarle los ojos como les había tenido acostumbrados; solo quedaba una mueca pequeña y forzada para aparentar una calma que nadie tenía.

Siguió el ruido permanente de martillazos, yendo directamente hacia la pequeña estructura en forma de muro que ya comenzaba a tomar forma. Estaba algo alejado del centro de la zona del ejército del Séptimo Círculo, pero parecía que iba a ser lo suficientemente alta como para verlo desde los límites.

Annabeth estaba apoyada en una de las tantas mesas que habían distribuido cerca, llenas de planos y herramientas. Su novia tenía un lápiz enganchado en su oreja mientras daba indicaciones a un grupo de chicos que tenía enfrente, algunos de ellos, de su propio equipo.

-¿Cuándo estará listo? - Percy se apoyó a su lado, mirando la estructura que por ahora era de madera.

-Unas semanas - contestó Annabeth. - He decidido aprovechar la estrechez del valle en nuestro beneficio. Las casas familiares y fábricas están más allá, el valle actúa como un conducto para su acceso, usaremos el muro como si fuera una presa.

-Como si fuera no, es una presa - la escuchó resoplar ante su respuesta. - Esto no está bien, les estás cortando su libertad. Apenas hay niños corriendo por aquí, cuando lo terminéis no quedará ninguno.

-Esa es la idea. Mantener a cualquier civil alejado de nuestra zona - dejó de una forma algo brusca los planos sobre la mesa. - Este muro será destruido cuando reduzcamos cenizas a Empíreo.

-¿Y si no lo hacemos?

-Será una señal para Empíreo, una vez que caiga el último soldado, todo el terreno tras la muralla no será capaz de ofrecer resistencia.

Danger: Contraataque por la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora