El ataque terminó apenas unas horas después. No llegaron más monstruos, al menos Jason no vio ninguno que no haya contabilizado antes tras la muerte de Quirón. Le dolía ver que el propósito de Empíreo iba más allá que asustarles con una pequeña muestra de sus armas.
Iban tras Quirón y lo habían conseguido.
-No puede ser - volvió a susurrar Piper entre lágrimas, tanto por la muerte del anciano que podía ganarse el corazón de cualquiera en poco tiempo, como por el anuncio de Quintus. - Leo no... no. Solo intenta desestabilizarnos.
-Quintus no mentía - le contestó Percy sin voltear a mirarla, atento como el resto a las llamas donde ardían los cuerpos de los caídos, entre ellos, el de Quirón. - Leo no ha traicionado.
-Leo no nos ha traicionado - insistió Piper. - Es nuestro mejor amigo, le conocemos.
-Quizás nunca le llegamos a conocer.
Jason había notado cómo a pesar de estar en grupo, Percy mantenía una distancia mucho más cercana a Annabeth que a ellos, incluso a cada palabra de Piper iba retrocediendo. Su mejor amigo mantenía una expresión seria, incluso furiosa. Si no hubiese estado a su lado viéndole llorar cuando Quintus y Tántalo salieron corriendo aprovechando su estado de shock por la noticia de Leo y el estruendo de varias explosiones, pensaría que la muerte de Quirón no le causaba tristeza.
Cada vez que pronunciaban el nombre de Leo, Percy adquiría una expresión similar a la que vio en Thalia y Annabeth el día que Luke Castellan fue asesinado.
Jason se mantuvo en silencio, incapaz de hablar. Su atención estaba permanente en Thalia. Ni él mismo había reparado en sus acciones, pero nada más salió de su trance, dejó a Percy solo de nuevo junto al cadaver de Quirón. No recordaba qué le había llevado a ello, pero corrió por todo el claro, abriéndose paso entre monstruos y soldados hasta encontrar a Thalia Grace luchando al lado de su esposa. Incluso su hermana había quedado sorprendida ante la forma en que frenó delante de ella, con las palabras agolpadas en su garganta. Solo pudo disculparse, de una forma que nunca pensó que se vería.
Recordaba todos los pares de ojos, viendo al reciente capitán Jason Grace arrodillarse frente a Thalia Grace. Además de su relación sanguínea, nada les unía como hermanos, pero trató de mostrar en sus acciones su gran culpa y suplicar un perdón que él sentía como suyo. Jason siempre había velado y defendido a Leo Valdez, aún reconociendo su parte de culpa por el asesinato de Luke Castellan, pero saber que siempre estuvo detrás de la creación de los monstruos, le había destruido a niveles inimaginables.
Su mirada se encontró con la de Thalia, viéndose avergonzado de nuevo al ser pillado. La segunda al mando del equipo de Reyna tenía la misma expresión cuando le obligó a levantarse del suelo. La verdad sobre Leo no le había afectado en absoluto, para ella nada había cambiado, desde el primer momento quería tener la cabeza de Leo Valdez en sus manos.
Y Jason iba a ayudarla.
-No puedes hablar en serio - notó las uñas de Piper clavarse en el brazo de Percy, tratando de atraer su atención de nuevo. - Es imposible que...
-Nos ha traicionado - Percy la miró de forma vacía. - ¿Lloró contigo la muerte de mi madre? O mejor ¿lloró mi supuesta muerte? Porque me dejó salir de Empíreo, siguió creando esos monstruos para que me matasen. Deberíais estar más cabreados que yo. Os habéis apoyado en un farsante.
Solo recordar lo perdido que se sentía tras la falsa muerte de Percy, pensando que su dolor era compartido también con Leo y Piper, le daban ganas de vomitar. Había compartido su vida, había amado como a un hermano a la personificación de lo cínico,
Jason apartó la mano de Piper del brazo de Percy, cortando la silenciosa discusión para mostrar respeto al funeral de los caídos. En apenas unos segundos, su mirada fue idéntica a la de Percy, tanto que el ojiverde emitió un pequeño asentimiento de acuerdo.