Nico tiene costumbres de los cangrejos

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Consideraba lo suficientemente capaz a Nico di Angelo de dirigir a su equipo en solitario, aunque la primera semana estuvo ayudándole en todo momento para que se familiarizase con su nuevo título y sus funciones. Igualmente, al menos en las horas que pasaban dentro de la base, por pedido de Nico seguían teniendo a los dos equipos mezclados por pequeños turnos.

Reyna recordaba bien cómo los primeros días Nico parecía haber olvidado todo lo que le había enseñado, fruto del nerviosismo y la presión repentina que él mismo se había impuesto, pero ahora ya era un auténtico líder, al menos a su forma. Ya apenas miraba a Reyna buscando aprobación, sabía que lo estaba haciendo bien.

-Debería alegrarme porque sea tan fácil controlarles - murmuró Nico viendo cómo todos los de su equipo hacían los diferentes ejercicios sin impedimentos, - pero no lo hago.

-Al menos tienen una motivación, no es sana, pero la tienen - le respondió, sabiendo que todos los presentes querían demostrarle a Luke allá donde estuviese que había sido un excelente líder. - Has sido muy valiente al aceptar este grupo.

-Es lo que debía hacer, sentí en ese momento que era mi obligación dar un paso adelante y no me arrepiento - Reyna asintió conforme con su respuesta. - ¿Thalia no estaba en el mismo turno que Jason?

-Sí, pero se quedó en casa - resolvió sus dudas al no ver a Thalia en el primer turno de su equipo, - supongo que vendrá al siguiente o... no lo hará. No puedo exigirle regularidad ahora.

-Lo sé, pero es importante que no pierda la práctica, por muy buena que sea.

-Lo tengo controlado. Varios días no ha venido a entrenar pero por la noche sí ha cedido a hacer ejercicio conmigo. Simplemente no quiere estar rodeada de gente.

Había pasado muchas temporadas con una Thalia inestable, desde que volvió de Empíreo y sus traumas provocaban terror en su mujer al quedarse sola, hasta ahora que evitaba en excesiva compañía. Lo único que pedía para la chica que amaba era un poco de paz mental para ella y que el mundo dejase de tratar que terminase perdiendo completamente la cabeza. No veía la hora para poder disfrutar de su verdadera Thalia, esa que disfrutaba sacándola de quicio con comentarios obscenos o acciones de dudosa inteligencia. Sea como sea, Reyna estaría a su lado, como cada vez.

-La entiendo, aún es demasiado reciente. No le digas que lo he dicho ¿bien? pero la echo de menos - confesó Nico torciendo la boca. - ¿Tú cómo estás?

-Mi situación es diferente. Luke fue un gran amigo al que respeto y añoro, pero mi pérdida no es equiparable a la de Thalia o Annabeth. Lo paso mal no viéndole cada día, pero tengo que aceptarlo y sobreponerme antes de que el dolor trate de consumirme, necesito estar bien para ayudarla. Si me vengo abajo, Thalia caerá aún más.

-Es imposible que alguien caiga estando contigo, yo soy la prueba - Nico formó una pequeña sonrisa y dejó un codazo leve en su costado. - Estoy en tu misma situación, pero con Will. Está... diferente. Hoy ni se ha peinado - trató de bromear con una expresión alucinada. - Es difícil verle tan apagado. Yo soy muy callado y no se me da bien sacar temas de conversación, lo intento pero... siento que no consigo nada.

-Las relaciones sociales no son nuestro punto fuerte - lamentó en tono jocoso.

Muchas veces se burlaban de forma sana de personas como Percy o incluso la mismísima Thalia por sus ocurrencias extravagantes, pero si algo debían envidiarles era la alta capacidad en inteligencia emocional que tenían.

No recordaba haber pasado más de dos días seguidos triste en compañía de Thalia. Ya sea cuando al llegar se enteró de la muerte de su hermana por culpa de Empíreo o cuando aún con sus propios problemas, Thalia la sostuvo cada vez que soñaba o se aterraba pensando que iba a volver a quedarse sola viéndola entrar de nuevo más meses a Empíreo.

Danger: Contraataque por la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora