Activan el despertador de Leo Valdez

167 22 140
                                    

La noticia de la muerte de Hazel se propagó incluso más rápido que el número de muertos en aumento.

Nico di Angelo ha matado a Hazel Levesque, su hermana.

La noticia no dejó a nadie indiferente a nadie, ni en el Séptimo Círculo ni mucho menos en Empíreo, donde acababan de perder a su soldado de nivel uno y a quien más información les había suministrado del enemigo. Si el Séptimo Círculo llevaba interminables días en desventaja, fue por ella y su intelecto explotado por la venganza.

Percy se había mantenido oculto como todos, observando a Nico di Angelo la noche anterior acceder hasta la frontera aproximada del control de Empíreo siendo secundado por Jason Grace y Silena Beauregard, le protegían la espalda en todo momento. El joven capitán había avanzado a paso lento entre la noche, arrastrando el cadáver de Hazel Levesque justo en los límites, soltando el agarre en su uniforme de Empíreo justo cuando elevó la mirada hacia el espeso bosque, como si supiese que tenía a todo un ejército mirándole.

El mensaje de Nico había sido claro entregando el cadáver: no iban a rendirse y, a partir de ahora, sus objetivos serían soldados de renombre. La furia del Séptimo Círculo podía hacer sombra a Empíreo.

La mano de Annabeth se apoyó sobre la de Percy, impidiéndole quitar el seguro de su pistola cuando ambos vieron aparecer a Leo Valdez.

Percy agachó la cabeza, impotente, pero fijándose en los músculos tensos de Annabeth que parecía luchar contra ella misma para no saltar de su escondrijo y matar a Leo Valdez ella misma. Ambos aguardaron, en silencio, observando al que compartían como objetivo número uno.

El escaso número de soldados de su bando les había proporcionado una irónica ventaja. Avanzaban en la penumbra aprovechando sus pocos efectivos, siendo capaces de observar de cerca a Empíreo y su organización, sin embargo, era como tener un caramelo y no poder saborearlo. Tenían todo frente a sus ojos, pero no los efectivos suficientes como para poder hacer algo. Solo se limitaban a observar y resistir, día tras día.

-Me pregunto si también es fingido - masculló Percy en voz baja.

La mirada de Leo Valdez era de profundo enfado al observar el cuerpo sin vida de Hazel y, pese a la sorpresa de Percy, se agachó recogiéndolo en brazos y caminando lentamente de vuelta. A sus ojos Leo era incapaz de querer a alguien, era la antítesis de todos los valores que Percy aún conservaba; su furia por la muerte de Hazel solo debía haber sido por el fastidio de perder un elemento importante en su juego.

-¿Cuándo? - susurró, nada más que su antiguo mejor amigo desapareció de su vista. - Si Thalia y Reyna...

-Si no consiguen volver con nuestro ejército, todos moriremos - contestó Annabeth de forma seria, sin mirarle. - Pero te juro, Percy, que me llevaré la vida de Valdez antes de que pase. No hay ningún futuro posible en el que no termine muerto.

Claro que quería haber escuchado algo esperanzador, una promesa de que encontrarían una forma de salir vivos ambos, pero sería una mentira trasparente y detectable. El amor que ambos compartían sabía a muerte y venganza, no a futuro y felicidad, al menos por el momento. Quizás, la muerte de Leo Valdez, sería lo último que pudiesen cosechar juntos.

-No - apretó Percy los párpados, cerrando sus ojos con fuerza y sacudiendo sus propios pensamientos de su cabeza. - Va a morir, pero nosotros no. Como sea.

Annabeth le miró y, pensando que iba a encontrarse con un gesto de lástima por su insólita esperanza, pareció sonreír con sus ojos, incluso amenazaba con creerle.

El holograma se ocultó parcialmente por la mano de Jason, señalando con ímpetu la posición de los altos cargos de Empíreo. Su mirada era decidida y poco razonable, parecía no estar pensando en que además de él, existían más capitanes, algo impropio de su personalidad.

Danger: Contraataque por la humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora