Para muchos, ver el cuerpo inerte de Piper McLean al final del precipicio rodeado de sangre no era una imagen que les quitase el sueño; solo era un número más, una muerte más.
Para el Séptimo Círculo, en general, solo un recordatorio más de su debilidad ante Empíreo.
Sin embargo, no todos podían ignorarlo.
Annabeth no quitaba su atención de Percy, que miraba a un punto cualquiera entre los árboles y sus manos aún temblaban, como si siguiese sujetando a Piper.
Le fue imposible no recordar las primeras semanas de Percy en el Séptimo Círculo, cómo hablaba de su familia con un amor e intensidad extraordinarias. El amor de Percy hacia sus amigos siempre le impresionó, en muchos aspectos le recordaba a Luke y a su forma intensa de amar. Incluso llegó a creer que jamás nadie ocuparía su corazón de tal manera que supusiera un escalón más alto que sus amigos.
Hasta ahora.
La había abrazado desesperadamente, salvándole la vida y proclamando frente a todos que, sin ninguna duda, Annabeth ocupaba febrilmente el número uno en su vida. Nadie nunca la había amado tan intensamente.
Annabeth se puso en pie a toda velocidad, pero no lo suficiente como para frenar a Jason Grace. El capitán, aún con heridas de guerra sin tratar, levantó a Percy por los hombros, presionándolo contra un árbol y golpeándole el pómulo de la mejilla. El ojiverde no hizo el amago de defenderse en ningún momento, solo permitía ser golpeado una y otra vez.
-¡Esta no es la solución! - gritó Charles, separando a Jason sin haber esperado a Annabeth.
-No hay solución ¡está muerta! - gritó Jason, tratando de liberarse del agarre. Annabeth se plantó delante, enfrentándole a pesar de su claro agotamiento y manteniendo a Percy a su espalda. Jason la miró con tanta rabia que parecía querer golpearla del mismo modo que había hecho con Percy. - No sois los héroes que necesita el Séptimo Círculo, no sois un ejemplo para nadie.
-Hace tiempo que dejé de ser un héroe. - Annabeth escuchó a su espalda la voz en susurro de Percy. - Lo siento, Jason. Lo siento.
Jason encorvó los hombros, apartando a Charles de forma suave para que le dejase libre. Cuando Annabeth se preparó pese al cansancio físico que sentía para defenderles a ambos de un ataque del herido capitán, solo se encontró con la mirada hundida del rubio, como si a pesar de sus palabras acababa de darse cuenta que realmente Piper no iba a volver. Que la había perdido para siempre.
-Llevo enamorado de Piper desde que tengo uso de razón - dijo Jason, mirando tras Annabeth, hacia Percy. - Necesito tiempo, pero no más que tú para perdonarte lo que has hecho.
No esperó una respuesta de ninguno, se alejo cabizbajo mientras Annabeth volteaba para ver a Percy, esperando encontrarlo llorando como hace unas horas atrás.
Su novio no estaba derramando ni una sola lágrima, pero poseía el rostro de alguien que sería incapaz de volver a mirarse en un espejo; estaba sumido en la culpa y la vergüenza. Sin embargo, por la forma en que miraba a Annabeth y no hacia la zona donde se había ido Jason, sabía que no se arrepentía.
<<Estoy preparado para perderlo todo, menos a ti>>
-No te mereces esto - susurró Annabeth mirándole, - jamás mereciste nada de esto. No tienes que fraccionar tu felicidad, Percy, te mereces todo.
-No puedo tenerlo todo - respondió desganado. - Cada vez que lucho tengo miedo, más de quedarme solo que de morir. He pensado en muchas posibilidades de cómo puede ser mi vida perdiendo a todos los que quiero, cada una duele más que la anterior. - Su voz fue ahogada, parecía estar reviviendo en esos instantes todas sus pesadillas. - La única opción en la que no soy lo suficientemente fuerte como para seguir viviendo es si te pierdo.
