ʚ 𝐇𝐚𝐧𝐚𝐠𝐚𝐤𝐢 𝐓𝐚𝐤𝐞𝐦𝐢𝐜𝐡𝐢 ɞ

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Advertencia: ninguna 🤙🏻
Aclaraciones: nadie murió, Take pudo salvarlos a todos :'D

Recordaba como si fuera ayer cuando peleaban juntos, cuando lo protegía de los golpes y curaba sus heridas

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Recordaba como si fuera ayer cuando peleaban juntos, cuando lo protegía de los golpes y curaba sus heridas. Incluso cuando Hina le daba breves regaños por no cuidar al rubio o al menos evitar que se viera envuelto en las riñas de la ToMan. ¿Cómo le explicaba que cuidar de ambos no era sencillo? No pelaba con ella, le era de mal gusto discutir, además de que también se reprendía mentalmente por no poder ser más fuerte y cuidarlo.

Vaya que el tiempo pasa volando, en un parpadeo le cayeron doce años encima, durante ese tiempo nunca se separó el grupito: Akkun, Takuya, Yamagishi, Makoto, Takemichi y él.
A pesar de que ToMan se disolvió todos los ex-miembros de este ─incluyendo a Mikey─ seguían en contacto.

Ahora todos estaban a la espera del próximo evento importante: la boda de Takemichi y Hinata.
Claramente todos estaban felices por la pareja, deseaban lo mejor para su futuro matrimonio. Era lo que menos podían esperar luego de que Hanagaki sacrificara tanto tiempo, soportara tantos golpes y retos con tal de tenerlos a todos ahí. Era hora de que él fuera feliz.

Sin embargo no todos los corazones pueden ser complacidos. Lamentablemente para su mala suerte, ________ había caído enamorado de los defectos del héroe llorón desde hace más de esos doce años. ¿Cómo pudo soportar tanto tiempo mirar a la persona que ama amar a otra que no era él?
Simple y aunque suene tan cliché, si Takemichi era feliz, él también lo sería. No tenía ni la más mínima intención de oponerse a la boda, no quería causarle más problemas al viajero del tiempo.

Pero eso sí, tampoco asistiría a la ceremonia.

Eso sería sobrepasarse consigo mismo, no podría soportarlo. Le mandaría sus felicitaciones más tarde mientras se disculpaba por su ausencia.
Sabía que saldría corriendo de la iglesia con lágrimas en los ojos cuando se dieran el 'sí', no quería hacer una escena ahí y arruinar todo. Por eso preferiría quedarse en casa mirando televisión o acostado en su cama llorando como magdalena y hundiéndose en su autocompasión.

No avisó de su falta, ya se inventaría una excusa creíble para no preocuparlos. Si es a último momento no tendrían tiempo de ir por él, sabe que organizar y asistir a una boda es tedioso.

Y así fue.

Ese día despertó con pesar queriendo no haberlo hecho, no iba a poder dormir de nuevo hasta la noche por más que intentara conciliar el sueño durante la tarde. Se quedó mirando al techo reviviendo en su mente cada momento que vivió junto a Takemichi, al igual que recordando lo miserable que es. Inevitablemente las lágrimas se acumularon en sus ojos, a los segundos empezaron a resbalar por sus sienes hasta perderse entre sus hebras bicolores. Gruñó molesto consigo mismo por ponerse en ese estado, tenía que superarlo, ¿verdad?

Se levantó con pesar de la cama para ir al baño a hacer sus necesidades e ir después a la cocina a prepararse algo para almorzar. Vió la hora en el reloj colgado en una pared, eran apenas las diez menos veinte, según la invitación que le dieron la ceremonia en la iglesia sería a las diez y treinta. Aunque sabía desde un inicio que no iría, aceptó la invitación por mera educación.

𝐎 𝐍 𝐄 - 𝐒 𝐇 𝐎 𝐓 𝐒 | 𝘛𝘰𝘬𝘺𝘰 𝘙𝘦𝘷𝘦𝘯𝘨𝘦𝘳𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora