Advertencia: ninguna, creo. muy poquito +18 no explícito Aclaraciones: au omegaverse. au realeza. rayito tendrá dos nombres: ________ (real) y Kuta (falso) Pedido e idea: lalo146 <3
Nota: lean la nota final, pls
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Cualquiera es capaz de lo que sea por amor, ¿cierto? ¿Ocultar tu identidad y rechazar lo que por ley te corresponde con tal de estar con esa persona es ir demasiado lejos?
Bueno, ________ ─o mejor dicho, Kuta─ estaba dispuesto a dejar todo y huir con el que estaba seguro era el amor de su vida: Ryuguji Ken, un Omega pueblerino que conoció en una de sus tantas escabullidas fuera del palacio. Cabe decir que el muchacho rubio es ignorante al echo de que el ojimagenta es el futuro heredero del reino, ha sabido ocultarse muy bien usando pelucas y capuchas, camuflándose entre los pueblerinos y pasar desapercibido por los soldados que por órdenes de su padre van en su búsqueda.
La conexión entre ambos fue inmediata, podía jurar que creyó que era su destinado, aunque eso eran simples cuentos que su madre le contaba cuando era niño.
Estaba perdidamente enamorado de ese Omega que rompía con cada uno de los estereotipos del "omega perfecto". Draken era todo lo contrario a lo que se espera de uno. Tal vez su enorme similitud en llevar la contraria a la sociedad es lo que hizo que su lazo se hiciera aún más rigido.
Luego de un par de años había abandonado el palacio por completo, mudándose con su amado, decidiendo vivir juntos finalmente, siendo felices.
Que triste que no todo es de color rosa, ¿verdad?
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El huir del castillo fue algo que no tenía previsto, surgió inesperadamente y fue una decisión improvisada, no se arrepentía en lo absoluto, aunque hubiera deseado saber que lo haría para tener alguna idea de lo que era el trabajo. No sabía mucho, por lo que solía esforzarse más. Pero lo que sí sabe es que vale la pena si su recompensa es llegar a casa y encontrar a su pareja esperándole con una radiante sonrisa.
El día de hoy su jefe le había dejado salir antes, sus pedidos de hortalizas habían sido enviadas más pronto de lo que se tenía previsto, así que simplemente se fue a casa contento.
