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« ─ oye, Taiju ─habló el ojimagenta, captando su atención entre el silencio de la habitación.
─ ¿qué? ─
─ vendrá un amigo mío más tarde, ¿no hay problema? ─aparta la vista de su teléfono a su compañero de cuarto, esperando su respuesta.
El peliazul bicolor alzó la mirada al de puntas blancas. Se encogió de hombros y regresó a su libro.
─ como quieras. ─
Fukiwara sonríe, no dijo más y también volvió a lo que hacía. »
El Shiba no le tomó mucha importancia, ________ llevó a su amigo a su departamento un par de veces. Si no mal recuerda, su nombre era Mitsuya.
Pero así era, cuando esos dos se reunían en el departamento que compartían, Taiju prefería salir. No detestaba al chico de cabello lila ni nada de eso, pero no sentía encajar ahí.
Ese día no iba a ser diferente. Fue a visitar un rato a sus hermanos, a pesar de las tantas y tantas discusiones que tuvo con ellos antes de independizarse, sigue preocupándose por ellos.
Vió la hora en el reloj de su muñeca y supo que era hora de volver, eran casi las diez de la noche.
─ es tarde, me voy, Yuzuha, Hakkai ─se levantó de su asiento, caminando a la salida.
─ sí, con cuidado ─los dos menores se despidieron desde su lugar.
Aún estaban sanando sus heridas y arreglando sus diferencias. Era un trabajo lento, pero sabía que valdría la pena arreglarse con sus hermanos.
Salió de su antigua casa. Ocultó sus manos dentro de su gabardina cuando el frío viento nocturno rozó su piel.
Caminó hacia su departamento con calma bajo el manto de la noche, aún transitaban algunos automóviles así que se sentía tranquilo.
Al llegar, dejó su gabardina en el perchero que estaba al lado de la puerta. Las luces estaban apagadas, excepto la de su habitación que lograba escaparse por la pequeña abertura de la puerta.
Hacía mucho silencio, tanto que pudo percibir el ligero rechinido de la cama. Arqueó una ceja, preguntándose que estaba haciendo ________. Se acercó con cautela, viendo por el hueco de la puerta entreabierta.
El ojimagenta estaba acostado en su cama, desnudo al igual que Mitsuya. El pelilila sentado en su regazo dando suaves saltitos sobre el pene de Fukiwara.
No tenía ni idea de que el de puntas blancas era gay. Y ahora se pregunta si cogen cada vez que Takashi les visita y él sale.
Pudo haberse enfadado por encontrarlos follando en su propia cama, sin embargo fue lo contrario. Sintió su calor corporal incrementar. Se mordió el labio sin ser capaz de apartar la vista del trasero del menor siendo atravesado por el miembro de su compañero de cuarto.
Maldición, empieza a sentir mucha molestia entre los pantalones.
Entró a la habitación, llamando la atención de los dos. Sólo Fukiwara fue capaz de notar el estado de su compañero, llevaba viviendo con él apróximadamente dos años y ha sido capaz de conocer sus reacciones. Mientras Mitsuya miraba le preocupado por el hecho de ser pillados en medio del acto. Ahogó un gemido cuando el de puntas blancas volvió a moverse dentro de él.
─ ¿vas a venir...? ─pregunta jadeando el ojimagenta al peliazul.
Taiju pasó su saliva con dificultad, notando el tembloroso cuerpo del menor. Se quitó la camisa y desabrochó el pantalón, acercándose para sentarse en la orilla de la cama que rebotaba por los movimientos de los otros dos chicos.
Comenzó besando el cuello descubierto del ojilavanda, oyendo atentamente sus suspiros. Su mano acarició su cintura hasta bajar al miembro rogante de atención, dando suaves masajes subiendo y bajando.
─ es... ¡demasiado! ─gimoteó por la sobreestimulación en su cuerpo.
Finas líneas de semen salieron de su raja aterrizando en el abdomen de ________ y escurriendo un poco en la mano del Shiba.
─ ven aquí ─con sus manos alzó las caderas del más bajito, saliendo de su hermoso trasero─. ¿Puedes hacerte cargo, Taiju? ─pregunta ahora mirando a su compañero.
Takashi, entre temblores por el reciente orgasmo, gateó hasta que su sonrosado trasero quedó arriba de la cara del bicolor. El más alto de los tres se inclinó hacía el largo miembro del mediano.
Fukiwara comenzó besando y lamiendo la suelta y temblorosa entrada del pelilila, robándole jadeos mientras se aferraba a la cabecera de la cama. Más abajo, el bicolor peliazul lamía las venitas que se marcaban en el pene de ________, de vez en cuando lo metía en su boca ahuecando sus mejillas.
La habitación no tardó en llenarse de gemidos y jadeos.
Al mayor de los Shiba, entre tanto placer que sintió aquella larga noche, olvidó que al día siguiente debía asistir a sus clases de sacerdotes.
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Bueno bueno... pensé que se me haría más complicado escribir esto, si les soy honesta. Pero he quedado satisfecha.
Lo importante: tomé una gran decisión. Cuando este libro llegue a los 100 one-shots lo daré por finalizado*sad noises*. Pero en su lugar pensaba subir otro fic pero tengo mis dudas...
Tengo dos opciones: otro fic de Mikey o uno de Izana. Queda tiempo para que este "libro" termine, así que aún puedo pensarlo. ¿Ustedes que opinan? ☕ Belttom_ ♡
Belta 🎴
𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨 𝟐𝟓 𝟐𝟎𝟐𝟑
Pd. El secreto quedó como anillo al dedo JAJAJ Pd2. El otro secreto de hoy (miércoles):
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